La organización SEO/BirdLife ha presentado un escrito ante el Ministerio de Fomento con el objetivo de paralizar cautelarmente el proyecto hasta clarificar todo el procedimiento.

De la misma manera, la organización conservacionista ha solicitado a la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria que revise si la tramitación ha cumplido con lo dispuesto en la legislación vigente

En concreto, la organización conservacionista denuncia que el rellenado de parte de la bahía de Santander no ha sido sometido a consulta pública para las distintas partes interesadas y la sociedad civil.

Además, la ONG apunta que se habría realizado el procedimiento sin la evaluación ambiental pertinente, ya que, al menos, se ha obviado por completo que esa zona se encuentra catalogada como Área de importancia para las aves y la biodiversidad (IBA), figura de protección que, por su valor científico, puede ser utilizada jurídicamente y reconocida por sus criterios esenciales para la conservación de las aves recogidas en la Directiva de Aves.

El relleno de las marismas ha generado ya entre sus reacciones una petición en Change.org lanzada por Mesa por los Barrios.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Jaime González, se ha referido al asunto, defendiendo la necesidad del Puerto de expansión física –objetivo al que responde el proyecto de La Pasiega– y advirtiendo de que si no se hicieran estos rellenos y la zona de aparcamiento prevista sobre ellos, el Puerto perdería oportunidades de negocio respecto a otros.

UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA PARA UN PROBLEMA TEMPORAL

SEO/Bird Life incide en que se trata de un proyecto cuya motivación última, la de crear espacios portuarios para el estacionamiento temporal de vehículos, es “coyuntural” y no está justificada, máxime cuando la Autoridad Portuaria está a punto de adjudicar uno de sus proyectos estratégicos con la construcción de un silo para vehículos, que “sí supondría la apuesta por soluciones que optimizan la ocupación del espacio, aportaría nuevas oportunidades al futuro del puerto y evitaría la necesidad de nuevos rellenados de fangos intermareales de la bahía de Santander”.

En este sentido, la organización conservacionista llama la atención sobre como el pasado mes de mayo el Consejo de Gobierno de Cantabria aprobó el protocolo de actuaciones para la gestión de la bahía de Santander, una mesa de participación cuya finalidad es la de colaborar en la gestión integral de este espacio, garantizando los usos actuales y tomando en consideración las dinámicas naturales actuales y el contexto de cambio climático.
Asimismo, distintas instituciones, como el Ministerio de Fomento, ya habían manifestado que no existía ninguna intención de recurrir a más rellenos para la ampliación del puerto de Santander.

Para la ONG ambiental resulta una contradicción que en la semana que se da inicio a la Cumbre del Clima en Madrid (COP 25), en Cantabria se esté llevando a cabo la destrucción de tres hectáreas de marismas intermareales para una finalidad coyuntural, sin la tramitación y la evaluación ambiental adecuada, y con unas medidas compensatorias que no compensan el daño infligido (cuando un proyecto afecta al medio ambiente, se tienen que fijar compensaciones, y en este caso las que se han fijado son la retirada de plumeros en Tinamenor).

EQUO ADVIERTE DEL INCUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVA MEDIOAMBIENTAL

Desde Equo Cantabria advierten del incumplimiento de la normativa medioambiental por parte del Puerto de Santander.

Así, detallan que, tal y como recoge la Ley estatal 21/2013 de evaluación ambiental en su ANEXO I , se especifica que los proyectos de infraestructuras que tienen que pasar por evaluación ambiental ordinaria incluyen a aquellos que requieran la urbanización del suelo para polígonos industriales y también las obras en zonas de servicio de los puertos.

Otro criterio que indica esta ley es la sensibilidad medioambiental de las áreas geográficas que puedan verse afectadas por los proyectos, en los que se tendrán que tener en cuenta de manera espacial los humedales.

Además, se refieren al convenio europeo de Aarhus que regula la información ambiental y la participación ciudadana en cuestiones ambientales relevantes para la sociedad.  Y recuerdan tanto el valor de las marismas para la biodiversidad como la reducción de la superficie de la Bahía de Santander en los últimos años.

Asimismo, inciden en la ausencia de un plan estratégico de la bahía de Santander, así como la no constitución de la Mesa de la Bahía, «que permita generar el debate político, social y empresarial necesario para conservar, e incluso mejorar su estatus, de la tan maniqueada bahía de Santander, patrimonio natural de valor inestimable».