Las grandes empresas consumidoras de electricidad advierten de que el suministro a las fábricas de esta energía supone el 50% de sus costes.

Estas empresas están agrupadas en AEGE, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, que se reunían este lunes con el consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, dentro de la ronda que este ha iniciado para abordar la crisis industrial que vive Cantabria (con expedientes de regulación temporal que se vienen anunciando en Sniace, Ferroatlátncia, GSW, la antigua Bosch, o el cierre de la antigua Candemat, entre otros).

En la reunión, Martín y Fernando Soto, director general de este colectivo, han analizado el problema del precio final de la energía eléctrica y su comparativa a nivel europeo, y las medidas adoptadas por otros países en favor de la competitividad de la industria electrointensiva, coincidiendo en la necesidad de que el Gobierno de España tome medidas para favorecer un coste del suministro eléctrico armonizado con el del resto de países europeos.

Fábrica de Ferroatlántica en Maliaño.

El consejero cántabro ha señalado que, así como el problema de la automoción es coyuntural, el problema de la electricidad es estructural, y depende exclusivamente de una decisión política que, aunque no está en el ámbito de la comunidad autónoma, entendemos que Cantabria sí puede presionar para colaborar en su resolución.

El titular de Industria cántabro ha explicado que se está redactando un borrador de Decreto para las empresas electrointensivas y se suponía que para este mes de junio iba a estar ya aprobado. “Y no sólo no se ha aprobado, ha comentado Martín, sino que cuando ha salido la convocatoria de interrumpibilidad que permite un ahorro a las electrointensivas, nos hemos llevado la decepción de que se reduce a la mitad la potencia subastada”, ha lamentado el consejero. En opinión de Martín y de las empresas que han participado hoy en la reunión, eso va a hacer que no sólo no se mejore la situación de las electrointensivas, sino que empeorará.

En este sentido, Martín ha informado que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, trasladará mañana el mensaje de la defensa de las electrointensivas al presidente en funciones de España, Pedro Sánchez (dentro de la ronda que Sánchez está haciendo de llamadas telefónicas a los presidentes autonómicos en el contexto de la investidura, un mensaje en el que se muestre la necesidad de que este tipo de empresas sean tan competitivas como las alemanas y francesas, que se pongan los mecanismos que hagan falta y que el coste de la electricidad para nuestros electrointensivos sea semejante al que tienen en Francia o en Alemania, y hasta que eso no se produzca por medio del Decreto, que se mantengan las mismas potencias subastadas en este año o en el anterior.

Además, Martín viajará a Bruselas para saber el motivo por el que la Unión Europea pone límite al apoyo a las electrointensivas con una normativa que otros países, como Francia o Alemania, están solventando, y plantear el establecimiento de un ‘lobby’ de regiones de la Cornisa Cantábrica, ya que, en criterio de Martín, “somos los más afectados por esta falta de regulación”. Martín también se ha adherido a las declaraciones y solicitudes que la semana pasada realizaron los sindicatos con AEGE.

UN 50% DE LOS COSTES

Los asistentes han urgido la aprobación del Estatuto de Consumidores Electrointensivos con medidas similares a las de Francia o Alemania y una dotación presupuestaria para reducir el diferencial de precio en España, ya que el sobrecoste eléctrico de las empresas electrointensivas españolas frente a sus competidores de Francia o Alemania, alcanza un diferencial de entre 20 y 25 euros/MWh.

Soto ha explicado a Martín que estas industrias necesitan disponer de un suministro eléctrico competitivo, algo que no ocurre en España donde el precio final de la electricidad es entre 20 y 25 euros/MWh más caro que el que pagan industrias homólogas en Francia y Alemania.

AEGE viene reclamando la armonización de las condiciones de suministro de sus industrias con la de sus principales competidores. Soto añadió que la industria electrointensiva tiene un elevado componente exportador, por lo que se ve seriamente afectada por el riesgo para su actividad del alto coste del suministro eléctrico, sobre todo por las incertidumbres del corto plazo.

Martín y Soto coincidieron en que la industria básica ejerce un efecto tractor sobre la economía, por lo que su viabilidad presente y futura¬ potencia la recuperación económica, e incidieron en la urgencia de que el Gobierno de España apruebe el Estatuto de Consumidores Electrointensivos con medidas como las que disfrutan los industriales alemanes y franceses y con dotación presupuestaria para reducir ese diferencial de precio eléctrico.

El Estatuto debe proporcionar seguridad jurídica y certidumbre para garantizar la competitividad del suministro eléctrico a las plantas industriales y dotarlas de un marco que les permita seguir invirtiendo.

El director general de AEGE expresó su preocupación por el panorama a corto plazo para la industria electrointensiva en 2020, con el anuncio de recorte de la potencia a subastar (-60 por ciento) para el servicio de interrumpibilidad lo que supone otro duro golpe para estas industrias tras el considerable retraso en aprobar el Estatuto de Consumidores.

En la reunión, además de Martín y Soto, han estado presentes el director general de Minas y Energía, Raúl Pelayo; el director de Operaciones en España y director de la fábrica de Boo de Ferroatlántica, Alberto Fuentes; el director de Energía del Grupo Celsa (GSW), Juan García-Marquina; el director de planta de Bondalti Cantabria, Antonio Díaz y el director industrial de F C de Sidenor, Miguel Ángel Díez.