El proyecto ‘Culturea Cantabria’, realizado por la Red Cántabra de Desarrollo Rural, y financiado por la Consejería de Cultura, ha registrado cerca de un millar de elementos patrimoniales repartidos por distintos puntos de la región y que aún no estaban catalogados en los registros patrimoniales.

Se trata de una “necesaria” labor, a juicio del vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, ya que se ha realizado un intenso trabajo de inventariado en las zonas rurales “que nos ofrece una visión muy cercana, de la riqueza de un legado que está llamado a convertirse en un motor de desarrollo para distintas comarcas de la Comunidad Autónoma”.

Esta primera fase que se ha desarrollado el año pasado, “se convertirá en un punto de partida eficaz para realizar distintas iniciativas en los ámbitos de recuperación y difusión de este rico patrimonio rural”.

Lavaderos, molinos, paneras, batanes, boleras, senderos, etc. son elementos alrededor de los cuales giraba buena parte de la vida de los pueblos no hace mucho tiempo. Debido a la pérdida de población, el envejecimiento de los habitantes de las zonas rurales y la falta de uso, muchos de estos elementos están olvidados, su estado de conservación en muchos casos no es el idóneo y hasta este momento no se encontraban recopilados en ninguna base de datos.

CASI UN MILLAR DE ELEMENTOS

“El objetivo final de esta primera actuación ha sido obtener una radiografía certera sobre un patrimonio rural menor, pero no menos importante y con riesgo de desaparición”, explica Leoncio Carrascal, presidente de la Red Cántabra de Desarrollo Rural.

En total, a lo largo de 2019 se han registrado 982 fichas de diferentes elementos por toda la geografía rural de la región de un total de 51 Ayuntamientos de las cinco comarcas en las que se ha trabajado en el proyecto: Asón Agüera Trasmiera (133), Campoo Los Valles (338), Liébana (62), Saja Nansa (206) y Valles Pasiegos (243). Todos los registros se pueden consultar en la web del proyecto

Todos estos elementos registrados se han categorizado siguiendo un sencillo método en función de su uso principal. De todos estos elementos destacan los relacionados con el ‘agua’ con un total de 433, mientras que las categorías ‘caminos’, ‘religión’ o ‘trabajo’ cuentan con bastantes registros, pero en número mucho menor. Según el estudio, la mayor parte de todos estos elementos son de titularidad pública (681), se encuentran en un razonable buen estado (335) y tienen un uso frecuente (306).

De cara al futuro, los siguientes pasos del proyecto Culturea Cantabria en 2020 pasan por continuar recopilando y documentando elementos patrimoniales del medio rural así como estudiar posibles acciones de participación ciudadana, reivindicación y puesta en valor de este patrimonio menor en municipios rurales con baja densidad poblacional.