El Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) del Gobierno de Cantabria contactará telefónicamente, a partir de mañana lunes, con las cerca de 4.000 personas dependientes beneficiarias de los servicios de Ayuda a Domicilio, Teleasistencia y Centro de Día con el objeto de identificar sus posibles necesidades y trasladarles un mensaje de calma tras la declaración del estado de alarma.

Así lo ha anunciado la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, quien ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para “extremar las precauciones” con las personas mayores, que “son el colectivo más frágil ante el virus”. “Por ellos, por ti y por todos, quédate en casa. La mejor vacuna eres tú”, ha manifestado la consejera haciendo hincapié en la importancia de seguir las recomendaciones de Salud Pública para evitar la propagación del COVID-19.

En las llamadas, que se realizarán a través del personal público y de las empresas adjudicatarias de los servicios, se detectarán las necesidades que puedan tener las personas dependientes que no cuenten con recursos en su entorno familiar, como pueda ser el abastecimiento de alimentos, y se explicará lo que supone la declaración del Estado de alarma y las recomendaciones de Salud Pública, como evitar los contactos sociales o lavarse las manos repetidamente.

Estos contactos se realizarán de forma periódica para también prestar apoyo anímico y evitar la sensación de soledad o indefensión que puedan sentir en un momento tan excepcional como el actual.

A 1 de enero de 2020, en Cantabria hay 2.162 personas dependientes que reciben del ICASS el servicio de Teleasistencia; 1.376 el servicio de Ayuda a Domicilio y 1.943 el de Centro de Día.

En una reunión en la que han participado la directora del ICASS, María Antonia Mora, los cuatro subdirectores, y el director de Políticas Sociales, Julio Soto, el equipo directivo de la Consejería también ha acordado suspender los nuevos ingresos previstos en centros residenciales y la prestación de la ayuda a domicilio, salvo en aquellos casos en los que se considere necesario para cubrir las necesidades de vida diaria.

Siguiendo las recomendaciones de Salud Pública, esta medida busca, por un lado, limitar las posibilidades de que una persona que en la actualidad no reside en centros de mayores pueda contagiar a los residentes y, por otro lado, evitar contactos sociales que sean innecesarios en el contexto actual. No obstante, Ana Belén Álvarez ha subrayado que se reconocerán ambos derechos y se prestarán en caso de que las circunstancias individuales de la persona lo requieran.

Por otro lado, la consejera ha anunciado que el ICASS y la Dirección General de Políticas Sociales van a proceder a recabar todos los datos personales y teléfono de contacto de las personas mayores con plaza residencial, tanto pública como privada, así como de los menores que se encuentran en la red de acogimiento residencial. Todas las medidas se han incorporado a las tareas de coordinación del Gobierno.

Finalmente, la consejera ha querido mandar un mensaje de apoyo y agradecimiento a todas las personas que trabajan prestando servicios vinculados a la Ley de Dependencia. “El homenaje que cada noche vamos a realizar los ciudadanos desde ventanas y balcones con nuestros aplausos también va por vosotras, por vuestro indudable compromiso social que demostráis ahora y siempre con nuestros mayores y personas con discapacidad”, ha manifestado Ana Belén Álvarez resaltando el papel que desempeña el personal sanitario y social.

En la misma línea, la consejera ha agradecido las llamadas que está recibiendo de las direcciones de los centros y empresas del sector para trasladarle su disposición a colaborar con recursos materiales y humanos en caso de necesidad.