En lo que llevamos de semana se han presentado 51 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante el Gobierno de Cantabria, con al menos 170 trabajadores afectados, por la crisis del Coronavirus y las medidas de contención que han llevado a la declaración del estado de alarma en España.

Según explica la Dirección General de Trabajo en una nota, el número total de trabajadores incluidos podría ser superior, porque alguna empresa no ha presentado todavía la relación de trabajadores en su solicitud de ERTE, una comunicación que queda pendiente.

Del total de expedientes, 38 (un 74%) son por ‘fuerza mayor’, mientras que otros 13 (26 %) se deben a razones ‘organizativas’, ‘productivas’ o ‘económicas’.

Por sectores, Hostelería es el que aglutina un mayor número de expedientes de regulación temporal, con un 39% del total, mientras que el resto de expedientes están «muy atomizados» en sectores como el juego, agencias de viaje, servicios de publicidad y marketing, guarderías, fotografía, comercio, automoción, transportes, estética o actividades jurídicas.

En todos los casos los expedientes son de suspensión de la jornada, no de reducción.

Los 51 ERTEs se han presentado, prácticamente todos (salvo uno el 10 de marzo), en los dos primeros días laborables desde el decreto de estado de alarma.

PLAN DE CHOQUE

Y antes del Real Decreto Ley aprobado este martes en el Consejo de Ministros, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado como «la mayor movilización de recursos económicos de la historia democrática de España para hacer frente al impacto económico del Coronavirus».

Precisamente, el Plan de Choque aprobado, promoverá los ajustes temporales de plantilla a través de la flexibilización de los ERTES causados por la crisis del Coronavirus, que serán considerados de fuerza mayor y los trabajadores tendrán derecho a la prestación contributiva por desempleo, aunque no cumplan
el requisito de cotización previa exigido.  El cobro de esa prestación no les computará a efectos del cobro posterior de la prestación por desempleo.

Y para los empresarios, en caso de ERTEs, se exonerará de la aportación empresarial de las cuotas de la Seguridad Social.

Por otra parte, los trabajadores asalariados puedan adaptar o reducir su jornada de trabajo, incluso hasta un 100%, para hacer frente a las necesidades de conciliación y cuidado derivadas de esta crisis.