Comisiones Obreras denuncia faltas de equipos en los centros de dependencia
Los sindicatos siguen aflorando algunos problemas en la reacción a la crisis del coronavirus en Cantabria: así, Comisiones Obreras denunciaba faltas de equipos de protección en los centros de dependencia, mientras que Trabajadores Unidos advertía de la disparidad de órdenes a la hora de derivar el personal a la limpieza de los centros educativos.
LOS CENTROS DE DEPENDENCIA
La Sección Sindical de CCOO en el Gobierno de Cantabria ha denunciado que los centros de atención a la dependencia del propio Gobierno no cuentan con trajes de protección, gafas, mascarillas o guantes, lo que supone un riesgo tanto para las personas usuarias, -muchos de ellos personas vulnerables-, como para los trabajadores y trabajadoras.
Son los centros de atención a la dependencia (CAD) de Sierrallana, de Cueto y de Laredo, con una plantilla que en su conjunto aglutina entorno a 400 trabajadores y trabajadoras, en los que a día de hoy trabajan desprotegidos.
“Ya habíamos alertado de esta situación y hemos solicitado a la administración una reunión urgente del Comité de Seguridad y Salud para abordar el problema de estos centros, que, lamentablemente no son los únicos que adolecen de medidas de prevención ante el COVID-19, ha informado Carmelo Renedo, representante de CCOO en el Gobierno de Cantabria.
Renedo ha criticado que “fruto de este incumplimiento y falta de planificación se ha expuesto a todo el personal de los Centros de Atención a la Dependencia del Gobierno de Cantabria a una situación de riesgo grave; con lo que ello supone para las personas usuarias; al haberlas privado de los derechos fundamentales de protección. Algunos tan básicos como son la falta de formación e información, inexistencia de equipos de protección individual (EPIS) tan básicos como mascarillas, gafas integrales o batas impermeables e incluso dotación insuficiente de guantes”.
El sindicato ha advertido de la falta convocatoria del Comité de Seguridad y Salud y que no se tiene constancia de que se haya evaluado y planificado preventivamente las actividades por la importante exposición que el personal tiene al COVID-19, a pesar de ser una obligación contenida en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Mención aparte merece la instalación de un numero escaso de dispensadores de geles hidrolacohólicos y contenedores de residuos con tapa, que aseguren que tareas como la realizar la higiene de manos en caso de contactos con las personas usuarias; o antes de colocarse el equipo de protección individual, en caso de que tuvieran, y después de su retirada; o la retirada y gestión de los mismos se haga de manera adecuada y segura.
TRABAJADORES UNIDOS Y LA LIMPIEZA DE LOS CENTROS
Por su parte, desde Trabajadores Unidos señalan que la Consejería de Educación que han remitido instrucciones para que sus trabajadores, empleados de servicios, vayan a realizar una limpieza de los centros.
Pero, advierten, dicha instrucción deja en manos de la dirección de cada centro las pautas a seguir, en cuanto a organización, horarios y días concretos para llevar a cabo dicha limpieza.
“Esta situación ha llevado a algunos Directores de Centros a tomar la decisión de ordenar a los trabajadores realizar dichas tareas de limpieza de forma inmediata, instando a otros compañeros, además, a adoptar similares decisiones organizativas”, explican, criticando que “la adopción de decisiones como esta supone poner en alto riesgo a estos trabajadores ya que se les ordena salir de sus domicilios para prestar sus servicios en los días clave de esta crisis sanitaria, para los que se prevé que la curva de contagios llegue a su cúspide”, teniendo en cuenta además el factor desplazamiento.
“Nos parece una absoluta incongruencia la adopción de estas decisiones cuando nos encontramos en estado de alarma y el personal directivo, docente, administrativo y asistencial que prestan servicios en dichos centros no tienen que asistir presencialmente a los mismos”, de forma que “los centros permanecen vacíos”, añaden.
E inciden en que estos trabajadores no cuentan con EPIs (equipos de protección individual) ni lugares de aseo para lavarse o para cambiarse, o que no se les ha dado instrucciones sobre lavado de uniforme que en principio están llevando a su casa en vez de asumirse el lavado a cuenta de la empresa.
“Consideramos que la limpieza de los centros, en estos momentos, NO constituye un servicio esencial y Sí supone un riesgo de contagio no solo para el trabajador, sino también para sus familias y el resto de la población”, aseveran.