Más de 78.000 plazas hosteleras vacías en Cantabria a partir del 26 de marzo
El confinamiento cada vez llega a más sectores para poder #FrenarLaCurva y el sector turístico es el siguiente en entrar en los planes del Gobierno, ya que el Boletín Oficial del Estado recogió este jueves, 19 de marzo, la orden del Ministerio de Sanidad de cerrar las puertas de los servicios hosteleros progresivamente hasta el 26 de marzo, en el que el cierre deberá ser total.
Una décima parte del PIB cántabro y su empleo es debido al turismo, un sector que vivirá los efectos negativos del coronavirus en mayor grado dentro de una semana, cuando todos los hoteles, alojamientos turísticos, campings y establecimientos similares no puedan recibir más clientes.
Si bien los meses de invierno no son temporada alta, las ocupaciones hoteleras viven una gran subida con la llegada de la primavera, multiplicando por dos los viajeros y pernoctaciones y aumentando 15 puntos porcentuales la ocupación, si comparamos marzo con el mes siguiente y que llega en apenas diez días, abril. Y de ahí, para arriba hasta su pico en agosto, donde se superan las 500.000 pernoctaciones y se roza el 80% de ocupación en toda Cantabria.
Tal y como recoge el Plan de Marketing turístico de Cantabria 2018/2019, el equipamiento turístico de Cantabria en septiembre de 2018 sumaba 78.053 plazas repartidas entre hoteles, hostales y alojamientos de turismo rural, así como apartamentos y campings.
Unos datos que se ven complementados por el informe del Instituto Cántabro de Estadística ‘Cantabria en cifras’, en el que se indica que más de dos millones de turistas se alojaron en hoteles, campings, establecimientos de turismo rural, apartamentos y albergues en el año 2018.
Será una temporada, por tanto, de gran dificultad para el sector, que sí podrá mantener, en cambio, los servicios de mantenimiento y vigilancia para todo tipo de alojamiento durante el período de confinamiento.
Y en esta situación, se contempla una excepción para los establecimientos turísticos de larga estancia y de temporada, los cuales podrán seguir en activo siempre que los ocupantes puedan realizar la cuarentena en sus espacios y hayan sido hospedados antes o “en el momento de declaración del estado de alarma”. Sin embargo, no podrán aceptar nuevos clientes.