La Fundación Diagrama, que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, ha lanzado un video, junto con los centros de menores que gestiona, en el que recoge el agradecimiento a los trabajadores sanitarios, pero también a todos los trabajadores de centros de menores españoles.

En él, todos los jóvenes de centros como la residencia ‘El Acebo’ de Santander, se unen en un mismo aplauso emotivo de ánimo. Los menores han creado además pancartas que colocan en las instalaciones de sus centros para recordar a todos sus trabajadores el apoyo que necesitan.

Así mismo, en este vídeo enumeran a todos los trabajadores que necesitan ser visibles: trabajadoras de la limpieza, de sus cocinas, lavandería, trabajadores de mantenimiento, administrativos, educadores, coordinadores de los centros y monitores, así como de todos los chicos implicados en hacer de centros de menores un lugar habitable y acogedor.

La Fundación Diagrama Intervención Psicosocial es una entidad sin ánimo de lucro que lleva trabajando desde 1991 en la atención de las necesidades de personas vulnerables o en dificultad social, siempre desde la defensa y promoción de los Derechos Humanos.

Para llevar a cabo este objetivo, cuentan con más de 5.000 profesionales contratados que, junto a voluntarios y colaboradores, forman un equipo humano de cerca de 5.400 personas que hacen posible la labor de servicio de la entidad.

«LA REALIDAD DISTA DE LA LEGISLACIÓN»

Incidentes como los ocurridos el centro de acogida madrileño de Hortaleza, en el que los jóvenes no cumplieron con el aislamiento requerido en situación de cuarentena, sirven para generalizar los discursos que criminalizan a los menores extranjeros que llegan solos a España.

La Fiscalía General del Estado avisaba en su Memoria de 2018 de un gran aumento de las llegadas en patera de niños y adolescentes solos al Estado español, que deben ser atendidos, porque así lo recoge la ‘Convención de Derechos del Niño’ ratificada por España.

Samuel, el menor camerunés que destapó la situación de los MENAs

Esta situación ya viene siendo denunciada por diversos colectivos, como recogían José Bautista y Sabela González en su libro ‘Buscando la vida’, publicado en 2019. Los autores recordaban que estos niños poseen derechos reconocidos en el ámbito internacional, y lamentaban que España tenga “sobre el papel una legislación muy buena, pero la realidad dista mucho de lo que se debería hacer” hasta llegar a crearse una “especie de negocio alrededor de estos chicos, en base a privatizaciones, favores ente partidos políticos y empresas, etc.”

Por su parte, la Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria ha denunciado reiteradamente la falta de recursos materiales y personales con que se cuenta en los centros que atienden a los MENAs.