El presidente del Parlamento suspende el pleno extraordinario del lunes por las severas restricciones de actividad decretadas por el Gobierno
El presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, ha ordenado suspender el pleno extraordinario convocado para mañana lunes, tras la decisión del Gobierno de España de paralizar la actividad no esencial en todo el país del 30 de marzo al 9 de abril.
El viernes, la Mesa del Parlamento -oída la Junta de Portavoces- ya había acordado suspender la actividad parlamentaria mientras dure el estado de alarma.
La resolución presidencial, firmada este domingo, cuenta con el acuerdo unánime de la Mesa del Parlamento -oídos los portavoces de los grupos parlamentarios- “y deja en suspenso la celebración del Pleno hasta una nueva fecha, que se determinará cuando se suavicen las medidas de restricción”, informa el presidente de la Cámara.
El criterio del presidente y de los miembros de la Mesa coincide en que los asuntos del pleno previsto pueden aplazarse, puesto que no resultan esenciales en este contexto de emergencia nacional.
El orden del día del pleno extraordinario previsto para el lunes incluía la comparecencia del presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y del consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, para informar de la situación del coronavirus en la Comunidad y las medidas adoptadas. El Ejecutivo remitió esta semana a la Cámara la solicitud de comparecencia a petición propia de Revilla y Rodríguez.
La sesión también iba a tratar la propuesta de tramitación directa de la Proposición de Ley de Medidas Urgentes para el Desarrollo Urbanístico de Cantabria, presentada por los Grupos Parlamentarios Regionalista, Popular, Socialista, Ciudadanos y Mixto.
El Pleno –ahora suspendido- se iba desarrollar con la única asistencia presencial en el hemiciclo de los cinco portavoces de los grupos parlamentarios; los dos comparecientes (Revilla y Rodríguez); el presidente de la Cámara, Joaquín Gómez y otros tres miembros de la Mesa además del letrado de la institución. Para limitar al máximo la presencia de personal, solo iban a acudir un ujier y otra persona encargada de limpiar el atril tras las intervenciones de los diputados que, estaba planteado, que votasen telemáticamente.
El Parlamento activó un plan de contingencia para reducir al mínimo la presencia de personal. Tanto los diputados como la mayoría del personal están realizando sus funciones a través del teletrabajo. Se ha establecido un turno rotatorio y solo acude al edificio una persona por cada uno de los siete servicios en los que se organiza la institución.