Los cántabros restringieron más que la media española sus movimientos en espacios públicos pero menos los desplazamientos al trabajo
Google ha publicado estadísticas sobre los cambios de comportamiento en la movilidad de los cántabros en el mes de marzo, que confirma el frenazo en nuestras visitas a tiendas y restaurantes, parques o estaciones de transporte públicos, como consecuencia del confinamiento decretado por el Gobierno.
Y se apuntan ligeras diferencias territoriales, que indican que los cántabros restringieron más sus visitas a espacios habituales de ocio (de restaurantes a museos) pero los desplazamientos al trabajo fueron algo superiores a los del conjunto del país.
Se trata de una estadística en 131 países del mundo, que se puede consultar por regiones, elaborada a partir de los datos de geolocalización anónimos de teléfonos móviles, en los que se aprecian los efectos de las medidas decretadas por la pandemia del COVID-19 en la movilidad de las personas.
Los gráficos representan seis categorías distintas: tiendas y lugares de recreo (restaurantes, cafeterías, centros comerciales, parques temáticos, museos, bibliotecas y cines); tiendas (alimentación, mercados de abastos, supermercados, mercados ecológicos) y farmacias; espacios públicos (Parques Nacionales, playas públicas, puertos deportivos, parques para perros, plazas, y jardines públicos); estaciones de transporte público (estaciones de tren, cercanías, metro, autobús y tren); centros de trabajo y lugares residenciales.
De esta manera, desde el anuncio del Estado de Alarma en el fin de semana del 14 de marzo hasta el día 29 del mismo mes, los desplazamientos a tiendas y lugares de recreo (como restaurantes, bibliotecas o museos) han descendido un 94% (igual que la media española), seguido de un descenso del 92% (3 puntos más que la media nacional) en las visitas a espacios públicos y una reducción del 89% (un punto más que en España) en nuestros pasos por las estaciones de transporte público.
Tanto en visitas a supermercados y farmacias como a espacios públicos, antes de la caída, la gráfica muestra incrementos porcentuales de más del 40% en los días previos al fin de semana del decreto de Estado de Alarma.
La disminución también es notable en nuestras visitas a supermercados y farmacias (76%, igual que la media del conjunto del país) y al puesto de trabajo (61%, aunque tres puntos de r3ducción por debajo de la media española, que fue del 64%), mientras que los desplazamientos a lugares residenciales se han incrementado un 22%.
Google asegura que se nutre exclusivamente de datos agregados y completamente anónimos, y que cumplen con las políticas de privacidad. No se ofrecen cifras absolutas sino porcentajes. Si un ciudadano no desea el control de Google no tiene más que desmarcar el historial de ubicación de su dispositivo.
El asunto genera controversia, desde las medidas implantadas en China para el control de la epidemia en Wuhan, que llevó a las autoridades al máximo control de sus movimientos a través de sus teléfonos móviles.
E incluso ha sido motivo de bulos, como el que ha explicado Maldita Tecnología, sobre una aplicación del Gobierno para el COVID-19 que no «geolocaliza» la cuarentena de la gente, no es lo mismo que el estudio de movilidad y no pide a las operadoras los datos de localización.