Los CoronavirusMakers de Cantabria, la comunidad de usuarios de impresoras 3D, van descubriendo nuevas necesidades según avanza la crisis: si inicialmente comenzaron fabricando piezas para los respiradores sanitarios, pronto pasaron a otros productos como las pantallas protectoras que podemos ver en supermercados o farmacias, en una tarea para la que sumaron fuerzas con la Red Cántabra de Apoyo Mutuo, el grupo de voluntarios que cubre distintas necesidades estas semanas.

Estos días han lanzado el reto “48 horas”, con el que llevan dos días trabajando sin descanso en la fundición y elaboración de EPIs.

Este reto va dirigido a todos los Makers, con la intención de fabricar el mayor número de equipos de protección en el menor tiempo posible, con 5.000 “Salva Orejas” en 24 horas.

Los salvaorejas permiten una mejor sujeción de los equipos y facilitan el trabajo de los profesionales sanitarios.

Así lo explican en un video en Facebook, en el que recuerdan que para ayudarlos se puede contribuir donando material o fondos para su compra en la web de Smart Materials 3D. “Si vosotros aguantáis, nosotros no dormimos” tienen ya como lema.

Smart Materials 3D ha sido una de las empresas que contribuye en la lucha contra el coronavirus ayudando con la aportación de filamento para impresión 3D, dentro de un proyecto con distintas empresas y organizaciones, entre las que se encuentra CoronavirusMakers Cantabria.

Dentro del marco de este proyecto, el filamento es entregado a makers para la fabricación de EPIs y material sanitario. Para ello han creado un producto llamado ‘Smartfil COVID-19’, un filamento PLA para impresión 3D para combatir el COVID-19.

Se puede ayudar comprando este filamento que directamente será enviado a cualquiera de los proyectos relacionados, en bobinas de 1kg de SMARTFIL PLA y con gastos de envío gratuitos (asumidos por Smart Materials 3D) y a precio de fabricación.

Empresas como SICNOVA fabrican de forma fácil, rápida y segura, material para combatir al COVID-19.

FIIXIT está imprimiendo en 3D mascarillas reutilizables de PLA para mitigar o paliar la escasez de material médico homologado con el que deberían contar nuestros centros de salud, pero sobre todo porque quieren proteger a los que nos cuidan.