Tres de cada cuatro mayores cree que no se han tenido en cuenta sus necesidades en esta crisis
La Universidad Permanente cree que las personas mayores, después de casi dos meses de confinamiento, han vivido una disminución «radical» de su «necesaria actividad física» y de las actividades de estimulación cognitiva; han visto rotas las redes de sociabilidad que se construyen alrededor de las actividades de formación; han sufrido la «estigmatización» del colectivo en la opinión pública como grupo «costoso» para la sociedad y como potenciales víctimas mortales, simplemente por la edad (y no vinculado a su estado de salud); han sufrido un «intenso temor y ansiedad» por el riesgo para la salud y la vida e «incertidumbre» sobre el futuro propio y de sus familiares o entorno, o que la «sensación de soledad» se ha incrementado.
Son algunas de las conclusiones que extrae UNATE del avance de una encuesta que espera tener concluida para la tercera semana de mayo, pero un adelanto indica que el 75,6% de las personas mayores encuestadas creen que en esta crisis sus opiniones y necesidades se han tenido poco o nada en cuenta y el 62,7% reconoce que durante el confinamiento ha crecido de manera significativa la preocupación por su salud física.
UNATE, la Universidad Permanente, asociación sin ánimo de lucro que cada curso llega a unas 7.000 personas de más de 50 años en Cantabria, está «preocupada» por la ausencia del colectivo de las personas mayores en los planes de salida de la crisis de la Covid-19.
«Se habla de asuntos muy importantes como el sistema sanitario, la recuperación económica, o la educación de los menores, pero no vemos acciones contundentes y específicas para atender las necesidades de las personas mayores, más allá del enfoque de la asistencia a las personas dependientes», explica el presidente de UNATE, Modesto Chato de los Bueys, en una nota de prensa.
Por su parte, el coordinador de la entidad, Francisco Gómez Nadal, se lamenta de que no haya «un plan específico, ni protocolos, más allá del aislamiento o del confinamiento». «Que no se haya dedicado tiempo a un plan específico sobre personas mayores dice mucho de las prioridades de una sociedad».
«Obviar a las personas mayores, después del drama que hemos presenciado en residencias y de la poca atención que han recibido durante la crisis, nos parecería un acto de ingratitud hacia uno de cada cinco cántabros, aquellos que nos han ayudado a superar todas las crisis anteriores, aquellos a los que debemos tanto», insiste Chato de los Bueys.
PIDEN AL GOBIERNO Y LOS MUNICIPIOS QUE INCREMENTEN LAS PARTIDAS
Por eso, UNATE ha comunicado al Gobierno de Cantabria y a los diferentes municipios donde tienen presencia la importancia de que se incrementen los proyectos y los presupuestos destinados a facilitar una salida del confinamiento a las personas mayores.
Destaca la organización, declarada de utilidad pública, que municipios como Santa Cruz de Bezana o Laredo ya han tomado la decisión de mantener el apoyo económico a los programas de formación no reglada y envejecimiento activo que lidera UNATE, pero se muestra «preocupada» por lo que pueda pasar en otras administraciones «donde se habla de recortes dramáticos que pueden ir de lleno contra la red de apoyo y socialización que ayuda a las personas mayores a romper el aislamiento y mejorar la calidad de vida durante su envejecimiento», insiste Chato de los Bueys.
Cuando comenzó el confinamiento, la Universidad Permanente sumaba 2.709 alumnos y alumnas en la ciudad de Santander y en otros 10 municipios de Cantabria y otras 2.355 personas mayores habían participado en las actividades abiertas.
El 79,12% de estas personas tienen más de 65 años. Además, la entidad proporciona empleo estable y de calidad a 10 profesionales y cuenta con la colaboración de 66 docentes.