Este martes, 12 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Enfermería, una cita que esta vez será algo más que una conmemoración marcada en el calendario de los “días de”.

La crisis sanitaria motivada por la pandemia global del coronavirus ha hecho que las manos aplaudan a los trabajadores sanitarios en general, y entre ellos están los de la enfermería, en lo que sigue siendo una profesión mayoritariamente femenina.

La decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Cantabria (UC), Cristina Blanco, reivindicaba que esta crisis ha puesto en evidencia «el valor de la contribución de nuestra profesión ante la sociedad, un revulsivo que ha mostrado lo que era cotidiano para quienes reciben o han recibido cuidados profesionales de las enfermeras, pero que ha supuesto un descubrimiento para una parte de la ciudadanía».

«Como cualquier disciplina, los avances científicos van modificando la formación y la atención a las personas; nosotros desde la Universidad de Cantabria asumimos este reto siempre, pero ahora que las necesidades y también el conocimiento están cambiando a un ritmo inusual, lo encaramos con más responsabilidad y compromiso, si cabe, que nunca», aseguró Blanco en un comunicado.

Desde ahí se rechaza la imagen de enfermeras y enfermeros como héroes: “no son héroes, son profesionales formados para responder a la necesidad de cuidados de la sociedad”.

Ahora mismo, remarca, cobran un valor especial cuestiones «como la empatía, la individualización de la atención hacia determinados colectivos, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad», cualidades que «todas ellas forman parte de la esencia de la profesión».

Y también reivindicaba la importancia del conocimiento científico con una singular orientación hacia el ser humano como un todo, que en este momento trabajan en una realidad más complicada».

Blanco también hizo referencia a que esta pandemia supondrá un punto de inflexión para la sociedad, «que se traducirá en la existencia de diferentes preocupaciones, del valor que se otorgue a la salud, de la percepción del riesgo y la vulnerabilidad, de la necesidad de más educación sanitaria y promoción de salud.

Por último, Blanco aseguró que otra lección de esta pandemia sanitaria debe de ser que en el futuro se tenga en cuenta la necesidad de «no recortar en el área sanitaria, y para reflexionar sobre las circunstancias en las que nos hemos encontrado este problema”.

“No sólo las cuestiones meramente económicas, sino las condiciones de trabajo de los profesionales; es imprescindible poner en valor el conocimiento, la adecuación de perfiles profesionales, reflexionar sobre el concepto de carrera profesional o la estabilidad laboral. En una situación como esta, el conocimiento es parte de la solución», concluyó.