Uno de los símbolos más emblemáticos y de atracción turística de la ciudad, el Centro Botín, ha sido de los primeros museos a nivel nacional en reabrir sus puertas.

Con todas las medidas de seguridad correspondientes, gel hidroalcohólico en la entrada, felpudos para desinfectar los pies, y por supuesto, con el obligado uso de mascarilla, nos adentramos en un ambiente un tanto inusual, poca afluencia de gente y salas vacías.

Pese a ello, los visitantes han podido disfrutar de distintas exposiciones con un itinerario marcado para evitar aglomeraciones y respetar los dos metros de distancia.

La poca concurrencia de público es una ventaja ya que podemos disfrutar igual o, incluso más de las obras expuestas, porque, tal y como nos cuenta una de las primeras visitantes, Cristina “la sensación es maravillosa porque tienes todo el museo para ti”.

Al igual que Belén, que se ha animado a venir para conocerlo un poco más y que piensa que “es una experiencia recomendable para todo el mundo” que está viviendo “de una manera sorprendente”.

El visitante puede contemplar distintas exposiciones, como la del albanés Anri Sala, artista muy destacado y que ha expuesto en todos los países del mundo.

Situada en la segunda planta y titulada, As You Go, es su primera exposición en España y ha aterrizado “con una propuesta única y hecha para este sitio” afirma Benjamin Weil, director artístico del centro, en la que a través de distintas imágenes en movimiento acompañadas con música, hace que el espectador se vea envuelto en una experiencia única.

La exposición permanente Retratos: Esencia y Expresión, en la que podemos ver una selección de obras provenientes de la colección de arte de Jaime Botín, que ha prestado al centro por un período de cinco años y que incluye trabajos de artistas como; Henri Matisse, Francis Bacon, Juan Gris, Joaquín Sorolla o Daniel Vázquez Díaz entre otros. Es un abanico de propuestas artísticas que dan una buena perspectiva del arte del siglo XX.

Coleccionando procesos es una exposición que se ha puesto en marcha para celebrar el 25 aniversario de itinerarios, una exhibición que la Fundación hace cada año y muestra los trabajos de los artistas que resultan beneficiarios de la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Botín. El precio de la visita es gratuito para los Amigos del Centro Botín y se recomienda comprar la entrada a través de internet para que el contacto con el cliente sea mínimo.

Afrontando esta nueva etapa con mucha ilusión y las mismas ganas de siempre, Benjamin Weil, su director artístico, explica a EL FARADIO que “nos parecía muy importante abrir lo antes posible” porque “el arte es una de las herramientas que podemos utilizar para volver a un cierto nivel de normalidad”.

Frente a esta incertidumbre que estamos viviendo, Weil defiende que “el arte nos ayuda entender un mundo más incierto” ya que volver hacia él “es una manera de abrir perspectivas“ y así poder entender el mundo de una manera más rica.

En este tiempo de confinamiento, hemos tenido a nuestro alcance distintas actividades on-line que nos ha permitido llevar de mejor manera este encierro, visitas a museos, conciertos, festivales…gracias a la creatividad y generosidad de los artistas hemos podidos evadirnos de todo esto. Esto es una muestra de que la cultura nos puede ayudar a disfrutar, a despertar y a sentirnos mejor. Por ello, Benjamin recalca que: “la cultura nos ayuda a darnos cuenta de lo maravillosa que es la vida” al mismo tiempo confía en que todo esto pasará pronto.

Junto con la oferta cultural, también ha vuelto su cafetería-restaurante, ya que ha abierto su terraza con las mismas medidas higiénicas y por el momento con una ocupación de doce mesas.

Su encargado, Álvaro, nos cuenta emocionado que el primer día de apertura fue un día “de reencuentros” con los clientes habituales”, y espera que la fase uno “dure lo mínimo posible” para que la afluencia de gente vuelva a ser algo habitual. Ante esta incertidumbre de no saber cómo se va a desarrollar esto recalca que “este año va a ser un año difícil”.