La Federación de Servicios de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha anunciado que, tras romperse ayer las negociaciones entre los representantes mayoritarios de los y las trabajadoras (CCOO y UG) y los responsables de Supermercados Lidl, la huelga convocada para el próximo jueves, 4 de junio, sigue en pie. En Cantabria hay nueve establecimientos de esta marca que dan trabajo a unas 180 personas.

La federación ha lamentado “la actitud poco colaborativa” y el “absoluto desprecio” de la empresa a los representantes mayoritarios de los y las trabajadoras en Supermercados Lidl (CCOO y UGT) durante el acto de conciliación que se celebró en la tarde de ayer en Madrid y que concluyó sin avenencia posible. Así, desde CCOO han denunciado que la situación ha llegado hasta este punto por la negativa de Supermercados Lidl de reforzar la vigilancia para que se cumplan las medidas de seguridad e higiene, por el incumplimiento de los aforos establecidos y de los protocolos de higiene y porque no se han aumentado las horas para compensar el exceso de trabajo.

“No se avienen a razones y están jugando con la seguridad y la salud no sólo de la plantilla sino también de la clientela. Al principio pusieron vigilancia en la puerta para que se respetara el aforo pero ahora ya no lo tienen y dicen que es el propio personal el que tiene que hacer estas labores de vigilancia. A esto hay que añadir que tampoco se cumplen los protocolos para la venta de textil porque además el protocolo es irreal y no se corresponde con la realidad. Es intolerable que acuerden cosas que luego no cumplen porque están pisoteando los derechos de los y las trabajadoras y riéndose de la clientela, porque no están promoviendo espacios seguros”, ha subrayado Marta Careaga, secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria.

La gota que ha colmado el vaso es que en Euskadi han cedido a las exigencias de un sindicato y han dado el ok a todas las reivindicaciones, mientras que en el resto de regiones no están cumpliendo, creando plantillas de primera y de segunda división. A esto se suma que tenían un acuerdo para que todas las horas complementarias que hiciera el personal desde el 14 de marzo se iban a pagar al 150% y tampoco lo están haciendo.

Desde el sindicato han asegurado que el único camino que les ha dejado Lidl es el de la convocatoria de huelga como medio para exigir un refuerzo integral de la vigilancia en las tiendas, un aumento de horas para la carga de trabajo, un protocolo real de textil, la condonación de todas las horas negativas que la empresa ha provocado, el pago de todas las horas que se tenían que haber abonado al 150% o la consolidación de la media en las horas complementarias de los dos últimos años.