Extinction Rebellion cubre de zapatos la plaza del Ayuntamiento de Santander reivindicando la participación ciudadana en la recuperación verde tras la COVID-19
Con el lema «Covid hoy, crisis climática mañana, actuad YA», el nodo cántabro del movimiento internacional de desobediencia civil pacífica Extinction Rebellion (XR) vuelve a tomar hoy las calles de Cantabria. La acción ha consistido en cubrir la plaza del Ayuntamiento de Santander de zapatos, exigiendo participación ciudadana y actuación inmediata contra la emergencia climática en el proceso de reconstrucción tras la crisis de la COVID-19.
Esta ha sido la primera vez que XR ha coordinado una performance a nivel estatal.
El icónico lugar frente al consistorio santanderino ha amanecido hoy cubierto de 140 zapatos, emulando una concentración de personas. A su lado, mensajes recuerdan que, aunque estemos inmersos en una emergencia sanitaria y social, la crisis climática es la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad. Esta amenaza pone en riesgo real la supervivencia de la especie humana, como señala la comunidad científica.
Los zapatos representan a todas las personas que, aunque no puedan estar in situ por la situación de emergencia sanitaria, sí deben tomar las decisiones de cambio que necesitamos. XR considera imprescindible implementar sistemas más robustos de democracia directa y participativa para que en el periodo de reconstrucción no se deje de lado el clima, la biodiversidad y la justicia social. Debe asegurarse que ni el planeta ni las personas más vulnerables queden como damnificadas de esta crisis.
Estos zapatos, en su variedad, reflejan a toda la sociedad, cuya diversidad debe representarse en una Asamblea Ciudadana para la Emergencia, tal y como establece la tercera demanda de Extinction.
Un órgano de este tipo se constituye por sorteo representativo, recibe el asesoramiento de científicos y expertos, delibera y llega a decisiones vinculantes, en este caso sobre la emergencia climática. De esta forma, se desbloquea la toma de medidas necesarias para mitigar la crisis climática, situando el bien común por encima del interés económico o partidista. Otros países, como Irlanda, Francia o Reino Unido, ya han utilizado este tipo de herramientas para tratar temas de calado.
La crisis del coronavirus ha puesto la salud en el centro. Para proteger a los participantes y los transeúntes, XR, a la hora de llevar a cabo esta acción, y a pesar de ser un movimiento masivo, ha optado por movilizar al mínimo número de rebeldes y garantizar el cumplimiento escrupuloso de las medidas sanitarias por responsabilidad ciudadana. Así ha sido en todas las ciudades españolas y también en Londres o La Haya, donde se han llevado a cabo acciones similares.
Sin embargo, para proteger realmente la salud a nivel mundial, el movimiento resalta la necesidad de conservar el sistema de prevención natural contra epidemias: la biodiversidad. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte de la necesidad de proteger la biodiversidad para prevenir pandemias.
El organismo asegura que unos ecosistemas sanos y funcionales son mucho más resilientes y permiten atajar la transmisión de virus entre animales y personas, además de reportar muchos otros beneficios. No obstante, esto solo es posible si se detiene la pérdida de biodiversidad y se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero, como reclama el movimiento en su segunda demanda.
La capital cántabra no ha sido la única ciudad española en sumarse a esta acción. Plazas icónicas de Madrid, Barcelona, Granada, Mallorca, Cádiz, Vigo, A Coruña, Ibiza, Gran Canaria y Huelva también se han cubierto de zapatos. Es la primera vez que el movimiento en nuestro país lleva a cabo una coordinación a tal escala.
Tras la acción, la mayoría de los zapatos se donarán a diversas asociaciones y organizaciones benéficas.
Extinction Rebellion es un movimiento global que utiliza la desobediencia civil y la acción directa noviolenta contra la inacción política ante la emergencia climática. Dirige tres demandas a los gobiernos: decir la verdad sobre la gravedad de la crisis climática, actuar con urgencia para reducir las emisiones a cero neto en 2025 y crear asambleas ciudadanas que garanticen la participación ciudadana en la transición ecológica.