19.05

Begoña Labrada

Cuando miré por la ventana el reloj del campanario marcaba las 19:05.
Es curioso…  Nunca me había fijado….
Desde entonces (o eso vi yo) No se volvió a mover…
Aun marca la misma hora
Han pasado dos  meses
El tiempo se paró
El viento se paró
El ruido, la gente, la calle, la vida se paró

QUE MIEDO….

Como en las películas…

Calles vacías,  silencio….

Y podía escuchar los pájaros
Incluso mis pensamientos
Qué miedo…
Nadie podía prever esta catástrofe, nadie pudo avisarnos….

COMO EN LA GUERRA CUANDO LLEGAN LOS AVIONES….

MIEDO

Jamás nadie hubiese podido imaginar algo así

Estábamos trabajando, ocupados, liadísimos….

El estaba allí, esperando su momento.

Siguen siendo las 19:05

Los más afortunados nos quedamos en casa, hacinados, sin grandes problemas….
Otros perdieron  seres queridos, incluso la vida.
El gobierno prometió ayudas, medidas, cuidados, seguridad…
Bueno, algo si llego:

EL HAMBRE
LA MISERIA
EL MIEDO
LA ENFERMEDAD
LA INCERTIDUMBRE

en mi campanario siguen siendo las 19:05…

Muchos aplausos a las 20:00.

Quiero volver  a tocar a mi vecino en el brazo

Quiero besar a quien me dé la gana!

Quiero abrazarte `porque me das tu ticket de la ola…

y al  cocinero que hizo este arroz tan rico…

y sobre todo que mamá no este sola.

Siguen siendo las 19:05

Imagen cedida para «La madriguera» por su autor,  Carlos San Vicente.

Nota: Para publicar en “La madriguera” podéis seguir enviando vuestros textos, poemas, reflexiones etc…a Jose Elizondo: granmeaulnes@hotmail.com