El Grupo Quebec, que ha estado marcado por su labor solidaria y reparto de alimentos durante la crisis por coronavirus, está a escasas dos semanas de dar a conocer ‘La Patita’, el nuevo proyecto ideado por José Ramón Martínez Maza.

La Patita es un proyecto hostelero que se vertebra en una persona, la abuela de José Ramón, Francisca, a la que llamaban Patita. Una abuela que como él mismo explica, como tantas, “fue una luchadora y trabajadora”.

Además de todo ello era sorda. “Por eso consideré siempre que es un esfuerzo mayor de adaptación al entorno en los años cuarenta, y creo que debía rendirle un homenaje a todas esas abuelas que dejan su vida por sus hijos y luego por sus nietos” explica Martínez Maza.

Así es como nace La Patita, un programa de inclusión laboral de personas sordas.

Este lugar se convertirá en un espacio gastronómico con el que pretenden traer a la ciudad esas casas de comidas donde “la lechuga era de verdad, la carne era de verdad, la vida, en resumen, era de verdad”.

Por ello, “si eres una persona sorda o conoces a alguna persona sorda que se quiera introducir en el mundo laboral puede ponerse en contacto con nosotros” señala.

Además, será el primer local de hostelería en el que todo su personal serán cocineros. “Si deseas practicar en cocina llámanos, te esperamos para que formes parte de nuestro proyecto, porque lo que queremos es que nunca dejes de soñar” muestra ilusionado el directo del Grupo Quebec.

SOLIDARIDAD FRENTE AL COVID-19

Durante los meses más duros de esta crisis sanitaria el Grupo Quebec tuvo la idea de impulsar la iniciativa ‘Alimentando Corazones’, con la que llegaron a repartir menús para las familias más golpeadas por esta crisis, con un total de 23.000 menús solidarios.

Además, consiguieron recaudar más de 2.015 euros, con los que elaborar unos menús con coste de 2 euros.

Menús solidarios preparados por el Quebec

Y es que todo el grupo se ha volcado durante esta crisis por coronavirus en elaborar y repartir un menú solidario. “Hijos pequeños de familias vulnerables que nos han hecho preciosos dibujos, jóvenes extraordinarios con los que queremos contar para futuros proyectos, padres de familia con un tesón y entereza que ya quisiéramos, gente admirable que nos ha dejado huella” destacan desde el Quebec.

“Cantabria mi familia, mis clientes… están sufriendo. Es un momento en el cual nuestra organización debe de estar en otra misión” explicaba en sus redes sociales su responsable, José Ramón Martínez Maza, quien considera este como “un momento en el cual no podemos mirar para otro lado”.

Para ellos “no es momento de vender café, no es momento de vender refrescos, es momento de dar el máximo por nuestro vecino, es momento de dar el máximo por nuestro amigo, es momento de dar el máximo por todos aquellos que a lo largo de nuestros 32 años han dado el máximo por nosotros”.

Así que decidieron empezar con su proyecto de menús solidarios, pero Maza señalaba que “están trabajando para llegar al número máximo de familias”.

El lunes 20 de abril comenzaron a repartir sus menús en Santander y más tarde ampliaron hacia Torrelavega, en coordinación con Cáritas y con la Parroquia de los Capuchinos.

Durante la preparación de estos menús, expresaba que “los nervios en el equipo están a flor de piel, ha sido un fin de semana muy duro lleno de nervios e incluso lágrimas”, y no se quedaba corto en palabras de agradecimiento para todo su equipo.