Oxfam Intermón, asociación que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, está apostando por la instalación de estaciones de lavado de manos para mejorar la prevención de enfermedades en países con sistemas sanitarios muy frágiles.

Estas estaciones de bajo coste, con 24 litros de agua y 4 litros de jabón, fácil de transportar y usar y muy duradera, pone al alcance de miles de personas la herramienta más importante frente a la Covid-19: la prevención.

Una prevención que hacer llegar a los países más desfavorecidos, ya que, según la OMS, 2 de cada 5 personas en todo el mundo carecen en sus hogares de instalaciones de lavado de manos con agua y jabón.

Como expertos en agua y saneamiento, Oxfam proporciona kits de higiene y agua limpia para evitar el contagio de la COVID-19 en poblaciones vulnerables de países como Burkina Faso o Bangladesh, y piden la colaboración ciudadana en forma de donativo para poder continuar trabajando en su instalación.

Con una donación de 12 euros, una persona tendrá un kit de higiene completo (bidón, cubo para agua con tapa, jabón y cepillo) para evitar el contagio de Covid-19. Una estación de lavado de manos de 24 litros de agua y 4 litros de jabón para evitar contagios puede instalarse por unos 50 euros.

AGUA QUE SALVA VIDAS

Abrir el grifo con agua limpia, potable y segura parece algo cotidiano, pero no es posible para millones de personas que no tienen acceso a ella. Por ello, Oxfam se pone del lado de las personas más vulnerables, cubriendo sus necesidades básicas. Y no hay nada más básico que beber agua, cocinar y cuidar de la higiene personal y doméstica. Pero se hace especialmente complicado cuando se están dando catástrofes naturales, conflictos o epidemias a su alrededor.

Saneamiento durante el Covid-19

Por eso, la organización lleva más de 50 años realizando trabajos de distribución y potabilización de agua y rehabilitando e instalando infraestructuras de saneamiento e higiene, acciones clave para la prevención de enfermedades como el Covid-19, que es tan difícil de controlar en sus países de actuación.

Dependiendo del contexto y de cada país, los kits de higiene que distribuyen se ajustan a las necesidades específicas de las personas que lo reciben. Por ejemplo, si una persona no tiene acceso a agua potable, en su kit no se le incluirá jabón, sino productos que permitan el lavado de manos sin el uso de agua.

O si la persona trabaja en un lugar donde es difícil lavarse las manos, el kit también incluirá un desinfectante de manos para cada una de las personas trabajadoras en la familia. Aun así, lo ideal es trabajar en el abastecimiento de agua potable teniendo en cuenta la cantidad disponible de la misma y asegurando que la calidad del agua sea la correcta.

Por otro lado, instalan y rehabilitan infraestructuras de saneamiento como letrinas o duchas, en especial en países en conflicto donde las infraestructuras han sido destruidas. “Es clave para preservar la calidad del agua y prevenir la transmisión de enfermedades entre la comunidad” explica Oxfam.

Y es que José Barahona, director de país de Oxfam en la RDC, ya dijo durante la crisis provocada por el ébola que “al trabajar en brotes anteriores, está claro que hablar con las comunidades y encontrar soluciones seguras con ellas es fundamental para contener el virus”. Por ello, apuestan por concienciar a las comunidades sobre la importancia de la higiene para evitar epidemias.

Hasta el momento han conseguido combatir el cólera en Yemen, con 430.000 personas tratadas, o instalar 20 puntos de agua que dan acceso a casi 100.000 personas en República Centroafricana. En República Dominicana ya han repartido 4.000 kits de higiene para prevenir el Covid-19.