En el Día Mundial de las personas refugiadas, la ONG Nueva Vida lanza una campaña que pone el foco en la dificultad para acceder a viviendas de alquiler por parte de este colectivo.

Después de todo lo que han pasado, este es un obstáculo más al que se enfrentan las personas refugiadas. El mercado de alquiler tiene un problema de fondo que nos afecta a todos. Faltan viviendas, los precios son altos y hay muchos requisitos (avales, nóminas cuantiosas, seguros de vivienda…) Para las personas refugiadas es muy complicado, a
veces imposible, cumplir con todos estos requisitos.

A esto hay que sumar la desconfianza de algunos propietarios en la garantía de que el alquiler se va a poder pagar en un período de tiempo medio, largo. Como también es habitual encontrar propietarios con “muchos prejuicios, desinformados y con mucha desconfianza hacia las personas extranjeras, sobre todo, las refugiadas”, alertan desde
la ONG.

Sin embargo, “desde el programa de acogida para personas solicitantes de asilo o protección internacional siempre hemos tenido muy buenas experiencias”, aseguran.

Por ello, desde la campaña El Norte Es Refugio quieren animar a propietarios y a inmobiliarias de Cantabria y País Vasco a atender y ofrecer sus viviendas de alquiler a las personas y familias refugiadas.

El sistema de acogida consiste en tres fases: acogimiento, integración y autonomía. Los primeros meses las personas refugiadas son atendidas en un Centro de Acogida (en Arrigorriaga) y se les garantiza la cobertura de las necesidades básicas, así como se brinda asesoría jurídica y apoyo psicológico para la superación del proceso migratorio.

Una parte importante de este proceso es su participación en un itinerario de inserción socio-laboral creado específicamente para acelerar la entrada de ingresos, que incluirá también clases de castellano para los no hispanohablantes.

El proceso es a contrarreloj. En seis meses comenzarán a construir una vida autónoma que pasa por conseguir un empleo y una vivienda de alquiler. Aquí es donde se presenta una barrera importante: encontrar un propietario dispuesto a arrendarles un hogar.

Las personas refugiadas no tienen otra alternativa. El programa de acogida no puede extenderse más allá de los 18 meses. Por eso es fundamental encontrar una vivienda.

Por otro lado, no encontrar una alternativa habitacional tras su salida del Centro de Acogida, interrumpe su proceso de integración.

Desde la ONG Nueva Vida recuerdan que puedes contactarles para informarte sin ningún compromiso. “Además, nosotros hacemos de mediadores. Algunas personas son muy desconfiadas así que nosotros realizamos un acompañamiento que facilita la interacción entre el propietario y el inquilino, sobre todo, cuando las personas refugiadas no hablan castellano”.

La campaña será difundida en redes sociales con los hashtags #ElNorteEsRefugio #SomosRefugio