El equipo de estudios de investigación de mercados de CESINE ha realizado un estudio sobre el sector empresarial de Cantabria para dar a conocer los efectos de la crisis del COVID-19 en las empresas de la comunidad autónoma.

Sólo un 30% de las empresas consultadas no han tenido consecuencias negativas durante el confinamiento.

Entre los aspectos más importantes de este trabajo cabe destacar que casi el 70% de las empresas ha percibido una disminución de la actividad profesional. Mientras, aproximadamente el 22% de las empresas no ha experimentado cambios.

Eso sí, casi el 9% de las empresas consultadas ha observado un aumento de su actividad económica. “En este sentido, los sectores que más han crecido son la asesoría laboral, las empresas de reparto a domicilio, y aquellas empresas que han reorientado su actividad a la fabricación de productos sanitarios”, ha comentado la responsable del proyecto y directora del Grado en Administración de Empresas de CESINE, Mercedes Aleixandre.

También llama la atención que un 60% de las empresas carezca de tienda online, es decir, que una mayoría de las empresas cántabras no dispone de un canal para vender a través de su propia web o de otras plataformas de venta en línea. Sobre todo cuando el 50% de las empresas que sí están vinculadas a la venta por Internet ha observado un incremento de su actividad online durante el confinamiento.

Para Luis García-Moncó, Director Académico de la Escuela de Negocios y Comunicación de CESINE, la tendencia de los consumidores a realizar compras online se ha acelerado, ya que al estar confinada, la ciudadanía ha tenido menos reparos a comprar por Internet. En este sentido, ha aumentado de forma exponencial el número de compradores:

“Es necesario que las empresas cántabras se adapten cuanto antes a la digitalización. Es importante que tengan medios para desarrollarse en este sentido. Estamos hablando de un crecimiento de las compras online del 86%. Nosotros lo tenemos en nuestros programas desde hace años, en estudios de grado y en posgrado. Para una pyme no se trata de una gran inversión, mantener una tienda online es un proceso sencillo, y si no vendes tú, venderán otros.”

Para la profesora Aleixandre, también resulta sorprendente que mientras un 77% de las empresas consultadas considera que su situación dentro de un año será mejor o igual, al mismo tiempo, un porcentaje similar de estas organizaciones no piensa contratar personas en los próximos seis meses, “lo que certifica la grave preocupación del sector ante la incertidumbre que ofrece el futuro a corto-medio plazo, no solo en la generación de empleo, sino también en la necesidad de mantener los puestos de trabajo”.

Las principales medidas que proponen las empresas consultadas para acelerar la recuperación económica se orientan hacia el apoyo de las instituciones públicas, a través de la “ampliación de las ayudas económicas directas a las pymes y autónomos y del pago inmediato de las deudas que la Administración tiene con los autónomos”, ha dicho Aleixandre.

En este estudio han participado un total de 216 empresas, que representan a los sectores de alimentación, alojamiento y servicios turísticos; arte; comercio, construcción e inmobiliaria; consultoría; deportes; formación; hogar, bricolaje y construcción; industria, medios de comunicación y prensa; ocio; restauración, discotecas, bares y cafeterías; salud, bienestar, belleza y tecnología.

La industria, la consultoría y el comercio suponen el 60% de las empresas participantes, mientras que por tamaño empresarial más de la mitad, el 51,4%, son microempresas de menos de 10 trabajadores, seguidas de un 28,2% de pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores, un 11,6% lo conforman empresas medianas y 5,6% de empresas grandes.

La mayor parte de las empresas participantes en la encuesta realiza su actividad desde las comarcas de Santander, el Besaya y Trasmiera.