Digitex propone un ERE «voluntario» a sus trabajadoras durante la última negociación
Comdata, la empresa que gestiona el call center de Digitex en Maliaño (la antigua Unitono), ha anunciado despidos colectivos en sus plantas en todo el país, que en Cantabria serían 85. Ante esta noticia, los trabajadores cántabros han decidido llevar a cabo paros parciales esta semana, huelgas y dos concentraciones.
Las dos huelgas de 24 horas serán el lunes 27 de julio y el 3 de agosto, los mismos días que se llevarán a cabo las concentraciones, frente a la Delegación de Gobierno de 11 a 12 horas el primer día, y frente al Gobierno de Cantabria el segundo, y a la misma hora.
Cabe recordar que Digitex trasladaba estos despidos en un comunicado a comienzos del mes de julio, del que se hacía eco el Sindicato Unitario de Cantabria, en el que se informa de este despido en sus centros en Cantabria, Barcelona, Madrid y La Carolina, extendiéndolo posteriormente a Burgos y León.
Por su parte, Rosa María Cuesta, presidenta del comité de empresa de STC Digitex (Sindicato de Trabajadores de la Comunicación) explicaba durante las concentraciones, en declaraciones a EL FARADIO, que llevan varias reuniones de negociación, pero que “en la de ayer, la empresa pidió un receso para poder hablar entre ellos y exponernos las causas de este ERE” y señalaron como la más importante “la causa económica”, que como la propia Cuesta indica, “todos los sindicatos se la pudimos desmontar con los análisis e informes de los economistas”.
“Nos propusieron entonces que el ERE fuera voluntario, sin límite de ellos” y menciona la incoherencia de que “de sobrarles más de 400 trabajadores en toda España, con irse sólo 5 voluntariamente les valga”. “Nos parece un poco absurdo, y que a lo mejor en un par de meses pretenden volver a aplicar otro ERE” reitera Cuesta.
Para continuar con estas negociaciones llevarán a cabo reuniones durante la próxima semana, “para tratar que el ERE se retire o poder acotar un poco los plazos, y que no nos vuelvan a aplicar otro por lo menos hasta el 31 de julio de 2021”.
Además, buscan sentarse en una mesa para tratar “la cuestión del absentismo, que es un tema importante en este sector, hacer test de riesgos psicosociales para que los trabajadores estén más a gusto, negociar la parte social y saber qué hace la empresa con los recursos que pertenecen a Comdata, uno de los mayores fondos de inversión mundial”.
Por otro lado, la presidenta del comité apunta que “no se ve mucha gente en la concentración de esta semana porque la mayoría se encuentra teletrabajando desde casa, con empresas como Iberdrola, Aegon o Endesa, que han parado en sus servicios hasta en un 98%”.
A esta situación provocada por la crisis del Covd-19 se une la precariedad estructural del sector, mayormente femenino, “en el que las jornadas son de entre 20 a 30 horas, con sueldos muy bajos”. El centro llegó a tener 1.200 trabajadoras, y en la actualidad ronda los 700. Ya el año pasado se convocó una huelga ante el despido de 13 personas.
“Tenemos planteadas varias huelgas y movilizaciones, así como ir a Delegación de Gobierno a manifestarnos” indica, y destaca el apoyo del PSOE y Unidas Podemos que se reunirán con ellos el miércoles en el Congreso de los Diputados. En lo que se refiere a Cantabria, cuentan también con el apoyo de la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado.
En estas concentraciones también estuvo presente María Jesús Santamaría, representante de CCOO (Confederación Sindical de Comisiones Obreras), que señalaba “unas negociaciones en las que la empresa ha virado bastante, porque está claro que no podían demostrar las causas económicas ni productivas” y explicaba como “han visto un seguimiento brutal de los paros”.
“No plantean otra opción, de momento nos han tirado “un caramelo” diciendo que van a plantear ese ERE voluntario, pero la realidad es que siguen planteando las mismas causas que nosotros no consideramos válidas” lamenta Santamaría.
Y es que la empresa alega todas las causas posibles: económicas, organizativas y de producción, pero los sindicatos las cuestionan, recordando los incrementos de jornada que plantearon hace dos años los nuevos responsables del centro, acompañados de la existencia de pagos a trabajadoras que no producían, en una serie de problemas de gestión que en principio iba a arreglar el nuevo equipo.
“Tenemos claro que esta es la primera batalla, porque va para largo” apunta Santamaría, que advierte que se van a mantener “en no aceptar estas causas, y seguimos con el apoyo masivo de todas las trabajadoras, para encarar así las reuniones de la semana que viene” concluyen desde CCOO.
Por otro lado, Carmen Gómez, presidenta del comité de empresa, de USO (Unión Sindical Obrera) comentaba que “con estos despidos, 1 de cada 2 personas en la planta de Cantabria se irían a la calle”, y si nos vamos a nivel de estructura, “quieren despedir casi a la mitad de la plantilla de coordinadores”.
Frente a estos datos, apunta que “no nos lo podemos permitir, ya que va a aumentar aún más la carga de trabajo de los que nos quedamos” y por ello “no vamos a aceptar el ERE, ya que no se justifica por ninguna causa”.
Gómez hace hincapié en que la carga de trabajo no sólo no ha bajado, sino que se ha incrementado, como prueban las nuevas ampliaciones de jornadas o de servicio, y evidencia que “la plantilla es totalmente rentable, el problema de las pérdidas de la empresa viene del holding y su mala organización, pero no de nosotros”.
UN SECTOR QUE NO PARÓ
La actividad no bajó durante el Estado de Alarma, pues se consiguió que el telemarketing se considerara servicio esencial, al nivel de la limpieza, la alimentación o los sanitarios, a pesar de que en realidad eran ventas de productos como telefonía. “No hemos parado ni un momento durante la pandemia, poniendo todos nuestros medios desde casa” confirma.
Sobre la manera de trabajo durante esta crisis, confiesa que las primeras semanas “fueron un poco caóticas, estábamos en la sede todavía sin mascarillas y separación hasta casi dos meses más tarde”, pero poco a poco comenzó el teletrabajo, aunque lamenta que “mucha gente ha tenido que poner sus propios medios y comprarse buenos ordenadores o aumentar su tarifa de internet para ello”.
Además, los sindicatos denuncian la falta de adopción de medidas de protección para la plantilla, en un trabajo que se caracteriza por la alta densidad en las oficinas, con teleoperadoras trabajando alineadas, sin separación y compartiendo objetos como los auriculares, como señala Patricia Fuentes desde UGT (Unión General de Trabajadores).
“El absentismo va ligado a que la prevención de riesgos laborales que tenemos en este tipo de empresas es nula” advierte Fuentes, por lo que “no toda la culpa viene del trabajador, sino que las medidas con las que trabajamos son insufribles, con mucho estrés, aires acondicionados, muchas personas juntas, por lo que las bajas por enfermedades suelen ser muy comunes”.
Añade además que las causas económicas no están para nada justificadas, y que “ni un solo trabajador debería ser despedido de la plataforma, porque no llegamos a recoger todas las llamadas que nos entran al call center”.