Digitex llega al acuerdo de ERE Voluntario pero con la oposición del Sindicato Unitario y CGT
La empresa de telemarketing Digitex-Comdata (la antigua Unitono) y los sindicatos CCOO, UGT y USO han llegado esta semana a un acuerdo tras el ERE presentado por la empresa. Un pacto que supone un ERE que se cerrará con bajas voluntarias hasta llegar a 352 trabajadores, varios de ellos en sus oficinas de Maliaño. A quienes acepten esa baja voluntaria, la empresa les pagará una indemnización de 30 días por año trabajado hasta completar 12 mensualidades y 20 días (el mínimo legal) hasta 18 mensualidades. Además, la empresa se compromete a no realizar otro ERE hasta junio de 2021.
Pero el Sindicato Unitario de Cantabria (SUC) sigue rechazando este acuerdo, y alega que “no existen causas objetivas que justificasen la presentación del ERE”. María López Revuelta, miembro del sindicato, explica en declaraciones a EL FARADIO que este acuerdo “no garantiza ni los puestos de trabajo, ni tranquilidad para la plantilla”.
“La empresa además se reserva el derecho, si no se llega a ese despido voluntario, a poder utilizar cualquier otro tipo de herramienta y mecanismo, como modificaciones sustanciales, despidos objetivos, o un ERTE” indica Revuelta.
A esta incertidumbre en los puestos de trabajo añade que “en un momento de emergencia social como el actual, y para una comunidad como Cantabria, que encabeza el aumento del paro en el último semestre, este tipo de acuerdo no es bueno ni siquiera para las bajas voluntarias”. “Lo que estamos consiguiendo con acuerdos malos o justificando el mal menor es empeorar y dejar vendida a la plantilla que queda en la empresa” lamenta el SUC.
La empresa se encuentra actualmente ofreciendo servicio a dos clientes: Telefónica (con su campaña 1004) e Iberdrola. “En Iberdrola, que es donde se supone que sobran trabajadores, una vez empezado el ERE, a 11 personas que están en el 1004 sin matrícula, se las pasa a Iberdrola” explica como ejemplo Revuelta, y se pregunta si “están incorporando a esos trabajadores ahí para luego despedirlos, o no tiene ningún sentido”.
El acuerdo se encuentra cerrado con la firma de los tres sindicatos principales, aunque Revuelta señala que STC (Sindicato de Trabajadores de Comunicaciones) se opuso en el acuerdo final. “Ellos también alegan que la empresa en ningún momento ha garantizado que no iba a realizar despidos objetivos” apunta.
Revuelta quiere hacer hincapié en la labor de la Directora de Trabajo, Verónica Martínez Barbero (designada por la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz), que fue la que más presionó para que hubiera un preacuerdo. El único objetivo de esta directora general, dicen desde el sindicato, “ha sido coaccionar y presionar a los sindicatos para que se firmara el acuerdo con la empresa, con una actitud agresiva, irrespetuosa y acosadora hacia los sindicatos que lo rechazaban”.
Por eso declaran como “insultante” que desde el Ministerio de Trabajo hayan publicado una nota “colgándose la medalla de haber ayudado a que se firmase el acuerdo”, cuando el papel de Martínez Barbero “ha sido claramente a favor de los intereses de la empresa y en contra de los sindicatos que no se plegaban a ellos”.
Asimismo, recuerda el SUC que lo que se ha podido comprobar son las numerosas irregularidades financieras de la empresa, como la venta de matrículas de operadoras a otras empresas de Telemarketing o el desvío de fondos a otras empresas del grupo Comdata.
Por otro lado, la secretaria general de CGT Cantabria y miembro del comité de empresa, María Gómez, indica que lo que harán es “denunciar este acuerdo, porque han firmado un ERE sin causas”.
“Es un acuerdo nefasto, lo único que hará es precarizar más el sector” indica Gómez. Añade que el pacto “está abierto a que la empresa haga y deshaga a su antojo, porque no dicen que no vaya a haber ningún ERE” ya que se han comprometido a que durante 11 meses no habrá EREs, pero “hay una cláusula que indica que en el caso de que tengan que realizarlo, la indemnización por despido será de 45 días por año trabajado” con lo cual “si la empresa quisiera hacer otro ERE, con pagar 45 en vez de 30 días pueden hacerlo” lamenta la secretaria.
Por otro lado, destaca que lo que a CGT le preocupa “son los trabajadores que se quedan, porque el futuro es muy incierto, y vemos que no van a salir voluntarios, con lo cual en pocos meses se nos planteará una situación muy mala”.
Además, pone el foco también en la coacción por parte de Verónica Martínez, que “ni siquiera dejó al sindicato CGT analizar la documentación extensa que se nos había enviado por parte del Ministerio de Trabajo durante toda la reunión”. “Tuvo una actuación bochornosa, hubo momentos en los que ni siquiera nos dejó hablar, y solamente buscaba la negociación de los días que se les retribuirían a los voluntarios” lamenta María Gómez.