La Coordinadora Cántabra por la Defensa del Sistema Público de Pensiones ha organizado para este lunes 24 de agosto a las 12 horas una de las manifestaciones en busca de unas pensiones dignas en Cantabria.

Marcada por la crisis provocada por el Covid-19, será una concentración que cumpla con las medidas de seguridad y distanciamiento social, con la que pretenden conseguir la revalorización de las pensiones según el IPC, unas “pensiones públicas y dignas”.

La manifestación comenzará en el Centro Botín e irá recorriendo el paseo marítimo de Santander para finalizar en el Club Marítimo. Además, hacen un llamamiento a los jóvenes cántabros para que acudan también a esta concentración en apoyo a los pensionistas y asuman esta también como “su lucha”.

Esta manifestación proclama las mismas ideas que los pensionistas llevaron al Congreso el pasado año, donde registraron un documento en el que reclaman “respeto y dignidad” para los pensionistas, blindar las pensiones públicas y su revalorización de acuerdo al IPC real por Ley y en la Constitución, y que se establezca una pensión mínima igual al Salario Mínimo: 900 euros ahora y en el camino de los 1084 euros, tal como dice la Carta Social Europea.

Igualmente, quieren acabar ya con la discriminación de las mujeres viudas y con la brecha de género en las pensiones y en los salarios.

Y abogan por una reforma fiscal “para que paguen más los que detentan la riqueza en España, única forma de garantizar los ingresos suficientes en el estado para mantener pensiones, enseñanza y sanidad y que sean públicas y de calidad”.

Finalmente, instan a la derogación de las reformas de las pensiones de 2011 y 2013, y de la reforma laboral de 2011 “que ha condenado a millones de obreras y obreros a la precariedad laboral y económica”.

Por su parte, Marian Rojas, licenciada en Historia y militante del Movimiento Pensionista de Bilbao y de la Coordinadora Estatal por las Pensiones, destacaba en un acto de la Coordinadora Cántabra por la Defensa del Sistema Público de Pensiones el problema de las pensiones de viudedad, y además recuerda situaciones como las de los más de 900.000 pensionistas jóvenes, a los que definió como un colectivo “enfermo, precario y pobre”, con pensiones medias de 550 euros.

También hace referencia a las más de 500.000 cuidadoras que “a coste cero para el Estado” sacan adelante a sus familiares enfermos.