Oceanwood, el fondo fundado por exdirectivos de Goldman Sachs, amplía su peso en Liberbank
Liberbank, el banco en el que se integra la antigua Caja Cantabria, realizaba recientemente una operación de reducción de capital.
Y al hacerse, esto ha supuesto que el peso que tenía en su accionariado el fondo financiero Oceanwood sea mayor del que ya tenía, que le había llevado a convertirse en su principal accionista individual, por detrás de los propietarios (que son las fundaciones de las antiguas cajas que lo componen, como la asturiana –la principal—o la cántabra).
En detalle, según información facilitada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y de la que se hacen eco medios especializados financieros, Oceanwood ha pasado del 17% al 18%, pero no porque haya invertido más, sino porque el tamaño de Liberbank se ha reducido y eso ha hecho más grande al fondo.
Oceanwood es un fondo británico y maltés (la Unión Europea no considera a Malta paraíso fiscal si bien ha apuntado prácticas sospechosas en materia fiscal y es uno de los países con presencia en los Papeles Paradiso), y que también tiene presencia en las Islas Caimán, considerado paraíso fiscal por organizaciones internacionales e investigaciones periodísticas.
El fondo fue fundado en 2006, por Christopher Gate, un exgestor de Goldman Sachs que había participado en el comité de quiebra de Lehman Brothers, y nació como una firma de asesoría de inversión con vocación europea, con sede en Londres y Malta.
En 2009, Oceanwood Capital, junto con GLG Partners LP y Ramius Capital Group LLC, dirigieron el comité de acreedores en la quiebra de Lehman Brothers, para resolver la trama europea del gigante financiero cuya quiebra supuso el inicio de la crisis global. En junio de 2010, Oceanwood Capital se unió a Edoma Capital, empresa de Pierre-Henri Flamand, ex jefe de estrategia de Goldman Sachs.
Oceanwood invierte en toda clase de activos, especialmente del sector financiero de países como Irlanda, Italia, España, Portugal y Grecia, es decir, en los conocidos como PIGs, el sur de Europa más afectado por la crisis financiera.
En España dos de sus principales puntales, consejeros del fondo en distintas empresas, son David Vaamonde Juanatey, gestor de inversiones bancarias, un coruñés que fue analista de renta variable de bancos españoles y portugueses en MainFirst Bank y en Findentiis Equities, además de analista de JP Morgan y Fitch, ex de Caixa Galicia; o Julian García-Woods, que ganaron posiciones con la estructuración del sistema financiero, primero en Grecia y luego en España.
Oceanwood ha sido accionista del Banco Popular, ACS o la cadena hotelera NH –en la que llegó a forzar un cambio en la propiedad—o en Pescanova, en la que llegó a tener un peso importante tras adquirir buena parte de su deuda a entidades financieras. En el pasado se interesó por otros bancos como el Sabadell o el Popular, donde se le acusó de forzar el desplome de la cotización.
Tiene fama en el sector de oportunista y cazaopas, es decir, de esperar de algún modo agazapado entre los accionistas a que llegue otra empresa buscando hacerse con el control para poner ellos en valor su apuesta empresarial y ganar poder o propiedad en el nuevo escenario empresarial que surja al final del proceso.
El fondo entró en 2014 en Liberbank, con un 2,4% de su capital, que fue ampliando en sucesivas fases, a través de varios de los fondos que maneja.
En 2017 pasó ya a sentarse en su Consejo de Administración. Algunas de estas participaciones existían desde antes, de forma indirecta, y algunas se gestionaron a través de fondos en las Islas Caimán, que afloraron cuando tuvo que comunicárselo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Junto con otro fondo (Bain Capital Credit) y la propia Liberbank, Oceanwood participó en una sociedad creada expresamente para gestionar la cartera inmobiliaria que acumula el banco surgido de la fusión de las cajas asturiana, cántabra y manchega –integrada previamente en la asturiana–, con el fin de deshacerse de unos activos que le han causado quebraderos de cabeza como consecuencia de los efectos de la anterior crisis financiera