El castillo de San Vicente de Argüeso, Bien de Interés Cultural desde 1983
El Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso y el Gobierno Regional restauran el edificio en 1988. Dadas las condiciones del castillo y su conservación forma parte del Club de Castillos y Palacios de España, integrado por los 80 mejores castillos del país.
En agosto de 1999 comienza a funcionar como centro cultural realizando diferentes tipos de actividades abiertas al público a lo largo del año: exposiciones temporales, jornadas de recreación histórica (el primer fin de semana de julio), conciertos, cursos, talleres medievales para grupos, mercados artesano-medievales, bodas civiles…
En el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso, en el sur de Cantabria, se encuentra una fortificación medieval construida en varias fases que van desde el siglo XIII al XV. Se levanta sobre un cerro cuya antigua labor fue custodiar el camino que conectaba la costa con Castilla a través del Valle de Saja. El edificio sobresale del resto por ser el único castillo interior aún conservado en la comunidad. Símbolo de los antiguos castillos roqueños de la región.
La primera construcción que se realiza es la torre sur en el siglo XIII, levantada sobre la antigua ermita de San Vicente, cuyo nombre adopta el castillo posteriormente. Esta primera torre, en el futuro, se convertirá en la Torre del Homenaje: residencia señorial y último bastión de defensa en caso de ataque enemigo. La torre norte se construye en el siglo XIV, de carácter más defensivo. Y por último, la muralla y el cuerpo central que une ambos edificios se erigió en el siglo XV.
El castillo fue propiedad de la famosa Casa de la Vega-Mendoza hasta el siglo XIX. Figuras como Doña Leonor de la Vega, “la leona de Castilla”, o Diego Hurtado de Mendoza, el que se convertiría en I Duque del Infantado, además de II Marqués de Santillana y, después también, I Marqués de Argüeso, residirían en el castillo. Doña Teresa Rábago, última propietaria, donaría el castillo al ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso en 1962 con la “única” condición de que se rehabilitase.
Un dato curioso es que debido a la restauración de 1988 fueron encontrados en el sótano de la torre sur los muros de la antigua ermita de San Vicente Mártir (S. IX), alrededor de la cual se generó una necrópolis aún visible en el patio de armas del castillo.