El Ciclo de Puente Viesgo repasa este miércoles los nuevos estudios científicos en la cueva de El Castillo
El Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo revisará este miércoles los resultados de las nuevas investigaciones científicas realizadas en la cueva de El Castillo, la principal cavidad del complejo prehistórico del Monte Castillo, con una ponencia que será impartida por el prehistoriador José Manuel Maíllo, a las 19,30 horas en el ayuntamiento de la localidad.
La conferencia de Maíllo es la décima convocada este año por la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo en la trigésima edición del Ciclo de Puente Viesgo y sucede a la impartida por Vicente Bayarri sobre la aplicación de nuevas tecnologías en el estudio del arte rupestre.
Bayarri, doctor en Geodesia (ciencia que estudia la forma y dimensiones de la Tierra) y en Cartografía, se centró en concreto en la tecnología hiperespectral, consistente en una serie de imágenes del espectro electromagnético de cualquier objeto que permiten identificar los materiales que lo componen.
El propio ponente aclaró que «la tecnología hiperespectral permite recuperar el arte rupestre perdido», en referencia al deterioro progresivo de los pigmentos de las pinturas rupestres con el paso del tiempo y la incidencia de elementos bióticos como los microorganismos o abióticos como el clima, el agua o el fuego.
Como explicó Bayarri, «las cámaras con sensores hiperespectrales permiten recopilar mucha información y obtener las firmas espectrales de los diferentes pigmentos de las pinturas rupestres, información que luego se vuelca a un modelo 3D y con georeferencia para poder compararla en el tiempo».
MÁS ALLÁ DE LA SIMPLE VISTA
Con esta técnica «se pueden observar pigmentos que no se ven a simple vista, identificar los diferentes tipos de pigmentos y las superposiciones de las distintas unidades», agregó el conferenciante, tras recalcar que «se puede llegar a reconstruir el proceso de ejecución de los diferentes motivos».
Bayarri puso como ejemplo el estudio hiperespectral realizado sobre el panel de las manos pintadas en la cueva de El Castillo, que confirmó que había un total de 56 manos, no 33 como se había creído hasta ahora y que de las 15 unidades gráficas identificadas inicialmente en el panel de policromos se ha pasado a 37.
«De 9 bisontes se ha pasado a 16 y en total de las 55 unidades gráficas que se habían detectado se ha pasado a 97, y además, se ha podido crear conjuntos estilísticos de los diferentes elementos», subrayó el ponente para ejemplificar la utilidad de esta técnica con el caso concreto de la cueva de El Castillo.