“La música, el arte, la humanidad, el amor, las emociones en sí no han muerto en mí…. mi mente está llena de proyectos… ¡¡esto va hacia arriba y adelante!!”
El ROOTS anunció su cierre el pasado 9 de septiembre. Después de tres años de música alternativa, conciertos de DJS Locales e internacionales toca decirle adiós al ROOTS. “Para nosotros es una forma de vida. Es la cultura de un grupo social, de una comunidad.” Para Marta, una de sus creadoras, es más un hasta pronto, pese a la decisión de cierre no se rinde y ya piensa futuros proyectos que vuelva a reunirlos.
Marta junto a Víctor Velasco y Djuve habían estado organizando durante 10 años conciertos de reggae en Cantabria y esto había “generado una comunidad”. El Roots era un local en alquiler situado en la Calle Gándara número 12 de Santander, y es el 12 de Abril de 2017 cuando “Nuestro proyecto coge forma física de nuevo”. A ellos tres se les une Alberto Baliñas, copropietario, y Nino Elgarrista , encargado de las redes sociales.
Es cuando el ROOTS se transforma en un local de música alternativa. Desde reggae, hiphop y música electrónica hasta incluso reggaeton pero “reggaeton consciente”. En sus tres años permitía a artistas de cualquier estilo darse a conocer y expresarse. El objetivo principal del proyecto era unir a los amantes de la música y el arte. A todos aquellos que van para escuchar y bailar. Aquellos que valoren la música de verdad desvinculándose de los locales y clubs de música comercial.
Este proyecto innovador ha llegado a tener a artistas internacionales del mundo del reggae y a ser reconocido a nivel nacional . Venía “mucha gente de fuera a tocar aquí”. De cuarenta años hasta de veinte años entraban a escuchar la música, era un local que respetaba y dejaba entrar a todo aquel que valorara el arte de la música. El ROOTS diferencia la música del arte. Cantantes y músicos que elaboran canciones porque les gusta, no expresamente para ganar dinero. Así funcionaba e incluso se creó una discográfica independiente, productora de reggae.
Nos cuenta lo difícil que fue su comienzo, tardó tiempo en desarrollarse. “Santander es un público difícil” . Sin embargo le dio salida y al final fue un éxito.
El arte cobra importancia hasta en las paredes, cualquiera podía exponer. Fotos, grafitis, murales, collages… cada mes se cambiaba. No sólo se impulsaban los músicos locales sino también artistas de cualquier índole proporcionándoles un lugar donde poder darse a conocer.
El parón que hubo debido a la COVID-19 llevó a tener que celebrar el tercer aniversario en streaming en Facebook. “Hemos podido aguantar la primera oleada de la COVID-19 pero la situación se ha convertido en insostenible”. Cuando se formó el proyecto se contaba ya con unos gastos y obligaciones que debido a las circunstancias de encierro se tuvieron que arrastrar. La situación actual del ocio nocturno no es como antes. La situación económica era insostenible y las ayudas eran prácticamente nulas. El local cierra pero “el alma del ROOTS seguirá vivo mientras nosotros”, los impulsores que lo hicieron posible continuarán intentándolo con futuras ideas.
No sólo los bares nocturnos, la hostelería en general pasa por un duro bache del que no todos logran salir. Las limitaciones del Gobierno obligan a cerrar.
Sin embargo, Marta no se rinde y habla de un futuro proyecto. Un proyecto orientado a lo sociocultural, nos cuenta que es madre y le gustaría juntar una vez más la música y el arte, pero para que todos sean capaces de apreciarlo desde niños a adultos.
“La música, el arte, la humanidad, el amor, las emociones en sí no han muerto en mi…. mi mente está llena de proyectos… ¡¡ésto, va hacia arriba y adelante!!