Operarios de una empresa contratada por el Ayuntamiento de Polanco han iniciado los trabajos de limpieza de un nuevo tramo del cauce del río Cabo, de unos 200 metros de longitud, actuación que era muy demandada por los vecinos desde hace año y que tiene como objetivo prevenir posibles inundaciones en épocas de mayor caudal.

Estos trabajos se ejecutan desde la zona denominada El Molino de Rinconeda hasta Posadillo, un tramo aguas arriba que quedaba por limpiar del río Cabo tras la actuación de urgencia realizada en septiembre del pasado año frente al barrio Quintana, que se llevó a cabo tras las riadas de meses antes que sembraron la alarma entre los vecinos por el peligro de desbordamiento.

La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, que ha visitado el inicio de los trabajos junto a los concejales de Barrios, Fernando añudo Pérez, y de Obras, Avelino Rodríguez Muriedas, ha destacado que se trata de una actuación «muy necesaria» ya que en esta zona entre Rinconeda y Posadillo hacía más de una década que no se limpiaba el río, lo que había acumulado grandes cantidades de maleza en el cauce.

Al inicio de los trabajos han asistido también agentes de Medio Natural y representantes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, entidad que tiene competencias sobre los cursos de agua, para planificar el desarrollo de la limpieza junto a técnicos de la empresa adjudicataria, trabajos que está previsto duren un par de jornadas.

Durante la visita a la zona, se ha podido constatar la proliferación excesiva de plantas en el cauce y de árboles y arbustos en las orillas, lo que viene generando la consiguiente preocupación vecinal y constantes quejas en el Ayuntamiento, ya que desde hace más de una década no se acometían trabajos de mantenimiento en el cauce.

Rosa Díaz Fernández ha indicado que el cauce en esta zona se encuentra «bastante deteriorado» con decenas de toneladas de residuos vegetales acumulados por la limpieza y mantenimiento, por lo que ahora se hace necesaria la utilización de medios mecánicos para retirar la maleza, entre ella varios troncos de árboles que dificultan el paso del agua.

Pese a ello, ha recalcado que los trabajos, como en el tramo anterior, son «respetuosos» con el entorno natural del río, donde se han creado las condiciones para la presencia de diferentes especies de anfibios y de aves, de ahí la supervisión de los agentes del Medio Natural, encargados de velar por la correcta ejecución de la limpieza y la retirada de la vegetación.

Además, ha anunciado la intención del Ayuntamiento de cara al futuro es que este tipo de trabajos de mantenimiento se lleven a cabo con medios manuales para tener la mínima intervención en el río, algo compartido por Medio Natural y Confederación pero
que en esta ocasión no ha sido posible por la gran cantidad de elementos acumulados en el cauce.

La alcaldesa la satisfacción del equipo de gobierno por poner fin a los problemas que padecían los vecinos de la zona y también a la preocupación e intranquilidad manifestada en repetidas ocasiones, no en vano en enero del pasado año el río estuvo a punto de salirse de su cauce.

Los vecinos de la zona, en especial del barrio Quintana, aún recuerdan el gran desbordamiento del río Cabo de 1986, que causó unas trágicas inundaciones y que originó que en los años 90 se construyese la actual canalización, que puso fin a las numerosos desbordamientos del río, situación que venía tan de lejos que hasta Pereda en su novela «El sabor de la tierruca» ya dedicó algunos párrafos a este problema.