En la Sociedad de Vivienda y Suelo (SVS) de Santander, empresa pública municipal que gestiona las competencias en materia de suelo o vivienda protegida, se encuentra entre sus consejeros José Ignacio Quirós, que la legislatura pasada fue concejal de Medio Ambiente y previamente y director general de Infraestructuras.

Desde ambas responsabilidades participó en procesos relacionados con el contrato de basuras de Santander, objeto de un expediente de resolución ante los incumplimientos: como director general, formó parte del órgano desde donde se hizo la selección, y como concejal validó facturas.

Anteriormente había trabajado en el Grupo SADISA, del que ha llegado a ser apoderado (es decir, ha tenido capacidad representativa, para firmar operaciones económicas y jurídicas) del propio grupo o de una de sus empresas, la constructora ASCAN.

También fue apoderado de General de Asfaltos y Servicios, es decir, GEASER, especializada en la gestión de residuos y basuras, adjudicataria del servicio en Santander (en un departamento del grupo, el de residuos, del que estuvo a cargo previamente César Díaz, antes de ser concejal de Obras). En UTE, ASCAN  y GEASER gestionaban las basuras.

Su vinculación con el Ayuntamiento no finalizó tras no ser incluido en las listas a las siguientes elecciones municipales: todavía sigue siendo consejero de la Sociedad de Vivienda y Suelo. El gerente de la sociedad es José Antonio Gómez Izaguirre, otro exempleado del Grupo SADISA. El presidente de la Sociedad de Vivienda y Suelo es César Díaz, concejal de Obras (y antes de esta legislatura, de Urbanismo), ligado también al Grupo.

EL PAPEL DE QUIRÓS ACERCA A PSOE Y CIUDADANOS

En la entrevista de este lunes en EL FARADIO, Javier Ceruti también ha afirmado que hay aspectos del contrato de basuras que vienen conociéndose que no dan “confianza”.

Y ha citado expresamente el papel del exconcejal de Medio Ambiente, José Ignacio Quirós, recordando que cuando fue director general participó en la valoración de la adjudicación a la empresa del Grupo SADISA, de la que procedía, en un proceso en el que los criterios subjetivos fueron determinantes.

Ceruti: “Aqualia será el siguiente”

Desde el PSOE, su portavoz, Daniel Fernández, ha apuntado en rueda de prensa en la que pedía una Comisión de Investigación que Quirós, exempleado de la empresa adjudicataria y actual consejero de la SVS, “aparece en el centro de la trama de basuras” porque, entre otras cosas, cuando era director general de Infraestructuras del Consistorio formó parte del comité de expertos que valoró los criterios subjetivos que se presentaron al concurso de basuras.

“Valoró las ofertas que dieron como resultado aquella adjudicación a su exempresa. Esto nos parece gravísimo”, ha incidido.

El PSOE pide una Comisión de Investigación sobre el contrato de las basuras en Santander

APODERADO Y DIRECTOR GENERAL

Todavía en el año 2010 documentación del Registro Mercantil sitúa a Quirós como apoderado de la empresa.

Para entonces, llevaba dos años como director general de Infraestructuras, cargo de confianza dependiente de otro exempleado del grupo SADISA, César Díaz (concejal de Obras).

Las empresas en las que trabajó previamente, por cierto, se omiten en la Web municipal.

QUIRÓS VALIDÓ FACTURAS DE LA EMPRESA

La responsabilidad de la fiscalización era el jefe de servicio de Ingeniería, pero la responsable del contrato era la directora general de medio ambiente, Belén Domínguez (que accedió al cargo en la última etapa de De la Serna como concejal de Medio Ambiente).

En el informe de Intervención se detalla que la responsabilidad del control del contrato recaía en el Servicio de Ingeniería, y se enumeran problemas que se ha tenido al elaborar este informe por la “ausencia de documentación” que, observa, acabó facilitando la directora general de Medio Ambiente, “ejerciendo en este caso las funciones que le corresponden al responsable del contrato”.

Lo que llama la atención del Interventor en su informe es que ninguno de los dos validara las facturas, y sí destaca que lo hicieran los concejales, primero Tejerina y luego Quirós.

LOS CRITERIOS SUBJETIVOS

En la adjudicación de la renovación del contrato de basuras, formó parte del Comité de Expertos que valoraba criterios subjetivos (los que no se pueden cuantificar por fórmulas), que suponían un 58% de la nota final, mientras que los criterios objetivos solo obtuvieron un 42%.

Otra de las aspirantes al proceso, Cespa fue la que presentó la mejor oferta de canon económico, con 15,8 millones de euros, frente a 15,9 millones de ASCAN-

Ambas empresas estaban bastante igualadas en los aspectos objetivos. La diferencia se notó en la parte subjetiva: de los 58 puntos que se otorgaban, ASCAN logró 55,75 mientras que a Cespa se le bajó hasta un 41. Los criterios subjetivos la bajaron del segundo al cuarto puesto.

LA PASARELA GIRATORIA

También como director general, Quirós supervisó desde el Consistorio una obra que estaba ejecutando ASCAN, la pasarela peatonal para conectar sobre las vías de tren la calle Alta con Castilla-Hermida.

Pasarela entre la calle Alta y Castilla-Hermida

El proyecto se abrió al uso ciudadano en plena campaña electoral, por lo que no hubo inauguración como tal, ya que lo prohíbe la Ley, pero sí un amplio despliegue informativo: una visita incluida e inserciones publicitarias en prensa a cargo de la empresa en lugar de la institución.

Esa adjudicación fue por baja temeraria, en una Mesa de Contratación presidida por César Díaz y de la que formó parte como vocal Ignacio Quirós, en ese momento Director General de Infraestructuras del Ayuntamiento.

En concreto, el proyecto de conexión entre la calle Alta y la calle Castilla salió a licitación (es decir, la administración lo definió con una serie de condiciones) por un precio de 3,3 millones de euros y un plazo de 14 meses; y ASCAN propuso realizarla en 1,9 millones de euros y con un plazo de ejecución dos meses menor del previsto.

En este caso, el director de Infraestructuras, es decir, Ignacio Quirós, emitió un informe en el que consideraba que la propuesta era técnicamente correcta.

Y el director jurídico municipal emitió otro informe positivo, a petición de Ignacio Quirós. En el citado informe, se justificaba la baja en una “disminución del beneficio industrial”.

Y en lo que se refiere a los plazos, inicialmente eran de 14 meses. Teniendo en cuenta que la adjudicación se hizo en agosto de 2014, las fechas se iban a después del verano.

En su baja temeraria, ASCAN planteó una rebaja de dos meses en el plazo, es decir, pasar de 14 a 12 meses, que lo llevaban a agosto-septiembre. Pero, finalmente, la empresa acabó incluso antes: la obra se puso en servicio el 17 de mayo, es decir, en plena campaña electoral.

Posteriormente, en la ejecución presupuestaria se tuvo que recoger una partida extra no prevista inicialmente de 1 millón de euros que se suman al 1,1 millón que sí estaba previsto, con lo que la cifra consignada finalmente ascendió a 2,1 millones de euros.

Además, esa pasarela tuvo que ser conectada con la originaria (la que desemboca en la Peña del Cuervo, junto al popular bar).

Esas obras fueron aparte, y en el proceso se tuvo que hacer un contrato de 45.000 euros para evitar el riesgo de taludes en la calle Alta. Al ser un contrato menor (que para obras se cifra en menos de 50.000 euros), no hacía falta que concurrieran otras empresas, es decir, se trató de una adjudicación directa desde el Ayuntamiento a la empresa, que en este caso fue ASCAN.