La primera mujer fotógrafa de Santander
Cuando la fotografía profesional en Santander solo la firmaban nombres masculinos, María García del Moral supo hacerse un hueco y dedicar su vida a lo que más le gustaba desde su infancia: retratar a la gente. Esto fue así entre 1915 y 1956, año en el que falleció a causa de un accidente de tráfico.
Su nombre cayó en el olvido hasta que Manuela Alonso Laza, Coordinadora del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS) descubrió su nombre por casualidad en los archivos del ayuntamiento mientras estudiaba a otros fotógrafos de la época.
Nacida en el seno de una familia burguesa, García del Moral creció rodeada de profesionales e intelectuales y, aunque tenía una economía resuelta, puso todo su empeño en hacer de la fotografía una profesión. Incuso tuvo un estudio abierto en la calle Castelar, donde retrató a gran parte de los hijos de las familias acomodadas de la ciudad.
Fue de las primeras mujeres en participar en exposiciones del Ateneo de Santander, donde en 1916 se hizo con una segunda medalla. Se presentaba además a cuantos concursos se convocaban por todo el país, sin importarle que el suyo era el único nombre de mujer que concurría. Ganó cantidad de premios, aunque el que más marcó su carrera fue el que convocaba la revista Letras, donde llegó a publicar varias portadas.
Garcia del Moral no dejaba al azar ningún detalle en sus trabajos. Tomaba primero el negativo, lo positivaba en diferentes tipos de papel para analizar los contrastes, viraba algunos, elegía el que iluminaba y el resultado final es el único que consideraba obra acabada y por tanto firmaba como “María G del Moral”.
Su trayectoria profesional estaba a medio camino entre la fotografía iluminada de principios del siglo XX, los retratos burgueses y la fotografía coloreada de actores y actrices de Hollywood, que comenzaba a publicarse en portadas de revistas en la década de los años 40.
Utilizaba como referencias para la iconografía fuentes muy diferentes, desde imágenes de revistas de referencia nacionales e internacionales, hasta lienzos de pintores clásicos contemporáneos.
Su fallecimiento repentino en accidente de coche y el hecho de que no tuviera hijos contribuyó a que su obra no fuese protegida y conservada. Su archivo se perdió con la venta de su casa familiar y ahora Manuela Alonso Laza es quien está poniendo todo su empeño en poner en valor la obra de esta mujer que fue una pionera en su tiempo.
Este video, realizado sobre una exposición en la sala Sala Angel de la Hoz perteneciente al Centro de Documentación de la Imagen de Santander que no pudo visitarse por coincidir con el estado de alarma, repasa la vida y obra de María García del Moral.