El béisbol de Cantabria reclama ayuda para no desaparecer
Después de diez años de lucha por hacer crecer y consolidar nuestro deporte, la Federación Cántabra de Béisbol y Sófbol (FCBS), fundada en 1970, y el béisbol en la región están a punto de desaparecer. Después de 50 años de existencia de la FCBS y casi 120 años desde el primer partido oficial de béisbol en Cantabria, el futuro de este deporte se presenta muy incierto ante la falta de un campo de juego que permita entrenamientos y partidos oficiales, además del desarrollo de los clubes afiliados.
Quizá se pueda pensar que no es el momento de acometer un gasto extra en un campo para un deporte minoritario como el béisbol. Podría ser considerado como un despilfarro en estos tiempos de pandemia y penurias económicas. Sin embargo, es en un momento como este cuando es preciso hacer de la necesidad virtud. Así es como piensan en la FCBS. Ahora que las competiciones están suspendidas es cuando puede haber tiempo para planificar el futuro.
El béisbol es un deporte inclusivo en el que niños y niñas pueden compartir equipo hasta llegar a la categoría sénior y que puede servir de herramienta de integración para niños venidos de países, sobre todo sudamericanos, con gran tradición beisbolera.
Su juego mejora la resistencia al esfuerzo físico e implica acciones de precisión, velocidad, fuerza y distancia, ya que hay que lanzar, batear y correr, además de favorecer la concentración y la rapidez de reflejos. Es un deporte anaeróbico que desarrolla las capacidades motrices, la formación de los músculos y en donde se ejercita todo el cuerpo. Además, como en todo deporte de equipo, el jugador se siente importante e imprescindible, ganando confianza y seguridad en sí mismo. La competitividad sana que se establece, promueve la capacidad de esfuerzo y el afán de superación.
En España se juegan competiciones oficiales de béisbol o sófbol en 12 comunidades autónomas. Hay 51 campos específicos y homologados de estos dos deportes, y existen competiciones nacionales por concentración en categorías sub11, sub13, sub15 y sub18, además de una Liga de División de Honor con 10 equipos en ambas disciplinas.
El béisbol es el único deporte al aire libre que no cuenta con una instalación adecuada en Cantabria y es la única autonomía española en la que se juega al béisbol, pero sin un campo reglamentario para que se practique.
La falta de campo ya forzó la desaparición de la FCBS en 1987 y desde su refundación en el año 2009 una de sus grandes preocupaciones ha sido la búsqueda de un terreno adecuado para desarrollar partidos oficiales de todas las categorías. Desde entonces, han tenido que vagar por diferentes instalaciones de Santander, y no siempre en las mejores condiciones.
DESDE 2009 REIVINDICANDO UN CAMPO
La FCBS repasa su historia reciente para que la gente se haga a la idea. En 2010 empezaron en el campo de fútbol en desuso del Nueva Montaña; luego en 2012 el Ayuntamiento de Santander cerró la instalación y se trasladaron al colegio San Agustín, que les cedió sus instalaciones, y que simultanearon con el parque de Rostrío, una vez inaugurado.
Dentro de ese lugar se dejó un espacio para el béisbol, pero el espacio no pudo homologarse nunca como campo de béisbol y la falta de un mantenimiento adecuado hizo que el estado de su superficie y el vallado perimetral, así como la ausencia de instalaciones sanitarias y vestuarios, imposibilitaran la práctica segura del béisbol ya en 2015, a los tres años de su inauguración. El Partido Popular llegó a incluir en su programa electoral para las elecciones municipales de ese mismo año una reforma de esa instalación, que incluso definiían como ‘campo’, pero no se cumplió la promesa.
En la temporada 2015 pasaron los entrenamientos al colegio San Agustín y los partidos oficiales sub11 y sub13 a los campos de fútbol o hockey de La Albericia, el actual Complejo Ruth Beitia. En el año 2017 el colegio les comunicó que ya no podrían seguir utilizando sus instalaciones y alquilaron el pabellón del colegio Mateo Escagedo de Cacicedo para los entrenamientos. Y ya en 2018, y gracias al Gobierno de Cantabria y la Federación Cántabra de Fútbol, obtuvieron la cesión de uso durante los domingos por la mañana del campo Manolo Preciado de Parayas, además de alquilar el pabellón polideportivo de la Universidad de Cantabria o el pabellón del colegio Mateo Escagedo.
En estos años, cinco clubes han tenido actividad en la región, pero sólo subsiste uno de ellos. La falta de campo ha cortado de raíz también los planes para crear una Escuela Municipal de Béisbol y Sófbol en Santander, por lo que la FCBS tiene que enfocar su promoción a los cursos de verano en el Complejo Municipal de La Albericia, las Semanas del Deporte en Santander y la promoción en los colegios.
La FCBS organiza talleres para dar a conocer ese deporte por los colegios de Santander y de toda la comunidad desde el curso 2010/2011. En estos años se han visitado 66 colegios distintos, 31 de ellos en Santander, y por los talleres han pasado 13.774 niños y niñas, además de introducirse el béisbol en el programa de los Juegos Escolares Deportivos del Gobierno de Cantabria desde el curso 2014/2015.
A pesar de todas las dificultades, la actividad del béisbol cántabro en estos últimos años es permanente. El club Jotatresa participa en la liga asturiana y en competiciones nacionales (Serie Nacional sub15 2015 en Bilbao, Serie Nacional sub18 2016 en Valencia y Serie Nacional sub15 2018 en Gijón y Oviedo) y jugadores de ese club han participado en competiciones nacionales e internacionales como refuerzo de otros clubes. Esos jugadores pasean el nombre de Cantabria en la liga astur-cántabra y por distintos torneos y encuentros amistosos en Gijón, Bilbao, Pamplona y Madrid, además de los torneos Bansander y Ciudad de Santander.
Ya en 2014, la FCBS trasladó a las autoridades deportivas locales la necesidad de disponer de un campo homologado para continuar con la práctica del béisbol. Desde entonces se han celebrado múltiples reuniones con el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Santander, el director del IMD y el director general de Deportes del Gobierno de Cantabria con esa única reclamación.
Se han barajado múltiples opciones —junto al Go Fit, acondicionar Nueva Montaña u homologar Rostrío, en Santander; en el puerto deportivo de Raos o junto a Ferroatlántica, en Camargo—, pero ninguna ha cristalizado. La Real Federación Española de Béisbol y Sófbol envió una carta al Ayuntamiento de Santander en 2017 en la que respaldaba la necesidad de un campo en nuestra región y brindaba su apoyo.
En junio de 2017, el pleno del Ayuntamiento de Santander aprobó una partida de 200.000 euros para acondicionar el antiguo campo de fútbol de Nueva Montaña y hacer allí un campo de béisbol de tierra, pero recientemente el IMD le comunicó a la FCBS que el coste del proyecto de Nueva Montaña excede sus previsiones y que descartan acondicionar Rostrío por su difícil homologación.
Sólo en los últimos cuatro años se han invertido en la región 4.200.000 euros en campos de fútbol, 730.000 en campos de rugby y 219.000 en campos de hockey, según datos que aporta la propia FCBS, que se pregunta si no es posible invertir también en béisbol.
INTENTO EN TORRELAVEGA
Se han mantenido contactos con las concejalías de Deporte de los Ayuntamientos de Camargo y Bezana, y en ambos casos, se queja la federación, la respuesta ha sido que no disponían de un terreno adecuado. Recientemente, han presentado al Ayuntamiento de Torrelavega un proyecto de campo para la zona de El Patatal, que iría acompañado de la creación de una Escuela Municipal de Béisbol y Sófbol y una promoción dirigida a los colegios de la zona de Torrelavega, pero dicen que aún no han recibido una respuesta.
Por su parte, el Gobierno de Cantabria no quiere ser responsable de ninguna instalación deportiva y se limita a subvencionar parcialmente el acondicionamiento del terreno que aporte un ayuntamiento. Escasa respuesta para una FCBS que ve pasar el tiempo sin que aparezca una solución.
La falta de una instalación adecuada para el béisbol provoca que sólo las categorías menores puedan jugar partidos oficiales, dadas las dimensiones de los campos de hockey o fútbol donde se tiene que jugar, además de toda la problemática para tener un espacio disponible, y sólo los fines de semana, para entrenar. Los equipos sub18 tiene que jugar sus partidos como locales fuera de la región, con la consiguiente asfixia económica por el sobrecoste. Pero la FCBS señala como principal problema otro: sin un campo, el deporte no logra la visibilidad que le pueda permitir crecer y desarrollarse para llegar a ser una opción más para los niños y niñas cuando escogen la actividad deportiva que quieren desarrollar.
Sin un campo, se quejan también, los mayores no ven continuidad y dejan el deporte, y sin ellos, no se puede hacer el reemplazo lógico de técnicos, árbitros y anotadores que cualquier competición en Cantabria necesita. Sin unas instalaciones adecuadas y similares a las de otros deportes, con vestuarios, duchas o almacenes, es más difícil promover el béisbol y motivar a más jugadores y familias para que se unan. Y sin campo e instalaciones anexas (backstop, túnel de bateo) no es posible progresar y mejorar el nivel técnico de los jugadores.
Se ha llegado a justificar la ausencia de recursos para construir un campo de béisbol con el bajo número de licencias inscritas, según cuenta la FCBS, pero sin la visibilidad que se puede obtener con unas instalaciones mínimas, es complicado hacer crecer las licencias. De ahí el llamamiento, para intentar que la práctica de béisbol y sóftbol salgan de la vía muerta en la que están en Cantabria.