La nueva Ley del Suelo es una de las cuestiones que más interés ha suscitado últimamente en lo que se refiere a la Consejería de Obras Públicas. José Luis Gochicoa ha querido responder a las críticas que ha recibido este proyecto de ley dando una visión de que este texto trata de reducir el despoblamiento.

En concreto, el consejero dice que se ha incluido un límite de 250 viviendas en núcleos urbanos, para tratar de que no se masifiquen aquellas poblaciones donde ya hay más, pero sí facilitar las licencias de obra de construcción de vivienda nueva en las que estén por debajo de ese umbral.

Por eso, cree que se quiere favorecer a personas que viven en determinados municipios en riesgo de despoblamiento y que las personas que viven allí puedan seguir allí cuando quieran independizarse y no tener que marcharse a otro lugar. «La gente quiere un territorio vivido», afirmó.

Tampoco quiere cerrar la puerta a personas que quieran establecerse en ese tipo de lugares, incluso si quieren tener una segunda vivienda: «si en un momento dado hay alguien de Madrid o de otro sitio que quiera teletrabajar en un municipio, tampoco veo mucho problema», dijo, y apostilló que «tampoco podemos perseguir a quien tiene segunda residencia».

En la entrevista a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, se refería a que hay unos 30 municipios de Cantabria donde no se está construyendo vivienda nueva y ni siquiera hay peticiones de licencia para que eso ocurra en la última década, por lo que descarta que esa nueva Ley pueda provocar problemas de masificación o de proliferación de las viviendas unifamiliares.

«Espero que podamos conseguir el consenso y esperamos que la Ley sea una realidad la próxima primavera», remarcó Gochicoa sobre el texto legislativo, que ya fue enviado al Parlamento de Cantabria y que ha recibido varias alegaciones, entre ellas las de grupos ecologistas.

También ha habido críticas procedentes del PSOE, el socio de Gobierno, acerca de esta ley. El consejero sostuvo que «por supuesto que escucharemos» las aportaciones que les lleguen e incluso que «algún cambio haremos para acercar posturas», referido precisamente a su socio. «Alguno de los artículos que están causando más perjuicio venía copiado del proyecto del PSOE de la legislatura anterior para no herir sensibilidades».

«Al ser una ley no puede ser un estudio pormenorizado del territorio físico», sino que eso se debe desarrollar posteriormente en el Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT), defendió. En ese texto es donde se podrían llenar las lagunas que pueda haber en la ley.

Un documento que ya va teniendo borradores, según Gochicoa. Ya había uno preparado de la anterior legislatura, y han hecho algunas modificaciones para que sea más concreto y menos general que el que elaboró el PSOE en su momento. «Hemos seguido el modelo de Plan de Ordenación del Litoral para hacer este PROT», explicó, para añadir que «primero Ley del Suelo y después PROT», que esperan presentar en primavera y aprobarlo a lo largo de 2021.

«VAMOS EN SERIO CON LAS SENTENCIAS DE DERRIBO»

El consejero se refería al tema de las sentencias de derribo de viviendas ilegales como un asunto donde el Gobierno de Cantabria avanza con rapidez. Reconoce su complejidad, porque el ritmo de la administración está marcado por las decisiones judiciales. No obstante, dijo que «presentamos plan de derribos al Tribunal Supremo y trabajamos con él de forma inminente».

La diferencia que pretende marcar Gochicoa con planes anteriores es que el actual «tiene plazos e hitos para que los jueces vean que vamos en serio». El Ejecutivo pretende dar prioridad a situaciones que no se pueden legalizar, pero «si nos encontramos con resoluciones judiciales que nos empujan a actuar en urbanizaciones que serían susceptibles de legalización posterior, pues eso nos puede obligar a que a lo mejor no cumplamos».

«Esperamos sensibilidad por parte de ARCA y del poder judicial», expresó también, admitiendo que estos temas, cuando acaban en los tribunales, se convierten en algo muy complejo porque cada auto y cada sentencia es un proceso aparte y no se ve el marco general.

También destacó la colaboración con los Ayuntamientos: «trabajamos mucho con los planes generales de los municipios», reveló, porque es una manera de tratar de llegar a una solución más veloz, y citaba varios casos de sentencias de derribo que todavía están por cumplir, como en Argoños, Arnuero, Escalante o Piélagos.

IMPULSO DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE

Para el Gobierno de Cantabria, en este momento el cambio en la movilidad hacia un modelo más ecológico es un punto estratégico importante, según dijo el titular de Obras Públicas. «Ya lo era» en la pasada legislatura, pero ahora parece que hay más planes en mente del Ejecutivo. Se podría elevar la inversión en temas como aparcamientos disuasorios o en puntos de recarga de coches eléctricos.

Pero los carriles bici y las sendas ciclables son proyectos que cada vez podrían tener más cabida. No sólo para la práctica deportiva, sino para que «cambiemos un poco el chip» y se use la bicicleta para ir al trabajo o al centro educativo correspondiente.

«Lo que tenemos planteadas son varias iniciativas», dijo, citando la senda de Nueva Montaña hacia el PCTCAN, o la conexión que llegaría después hasta Camargo, por lo que se puede hacer un recorrido en bicicleta desde Maliaño y que pase por varios puntos de la capital de Cantabria.

Estas son actuaciones en marcha, pero también habló de proyectos que están en una fase más inicial, como conectar Torrelavega con Reocín, Reinosa con Matamorosa o Laredo con Colindres, para poder hacer un corredor por el río Asón. Y aún en fase de estudio informativo está la posibilidad de unir el Besaya con el Pas, en un carril que iría desde Torrelavega hasta Puente Viesgo.