La Fundación Franz Weber ha dado un paso más en su campaña de presión para demandar el cierre del minizoo de la Magdalena, tras meses esperando alguna medida efectiva por parte del Ayuntamiento de Santander, interpelando ahora al Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, como máximo responsable del cumplimiento de la normativa sectorial sobre parques zoológicos y acuarios en la comunidad.

En una carta remitida por el Director Europeo de la ONG, Leonardo Anselmi, se lamenta tener «esperar durante varios meses a que el Gobierno de Cantabria actuara de forma contundente» desde el pasado Mayo, cuando «aparecía en numerosos medios de comunicación la denuncia sobre la muerte de un león marino», un contexto que no era nuevo puesto que el «mismo año había fallecido otro animal de la misma especie.»

La misiva de FFW denuncia que los animales del minizoo «siguen cautivos en espacios inadecuados, mal tratados y con muchas carencias» sin que el gobierno santanderino intervenga lo más mínimo sobre unas instalaciones calificadas «como «ocurrencia», de la intención de generar un espacio artificial y agresivo en esta península».

En este sentido la ONG internacional apela a la corresponsabilidad política, ya que por un lado el PRC municipal sí ha solicitado la clausura del miniparque zoológico y el propio Revilla «como presidente de la comunidad, ostenta las máximas competencias para ordenar esta actuación de forma inmediata» por lo que instan a la Presidencia cántabra a alinearse con la posición municipal y tomar ya la determinación de cerrar las instalaciones de la Magdalena.

Fundación Franz Weber explica además que las inspecciones realizadas por la Consejería de Medio Ambiente muestran un «déficit grave en la comprobación de los aspectos sobre el bienestar animal» por lo que, atendiendo al marco normativo, Miguel Ángel Revilla, podría decretar medidas «como el cierre de las instalaciones, temporal o definitivo».

La carta remitida al presidente finaliza instando por parte de la campaña ZOOXXI y la Fundación a actuar de forma inmediata para prevenir nuevas derivas en el bienestar de los animales que allí siguen encerrados, como leones marinos, focas y pingüinos.