La Ortiga Colectiva, la revista de pensamiento crítico que continúa el legado de Antonio Montesino, dedica su último número a las personas que trabajan en cuidados, esenciales o precarios, cuya importancia se ha visibilizado durante los peores momentos de la pandemia.

La revista, que puede adquirirse en las librerías La Vorágine, Gil y La Libre o descargarse en Internet, comienza con una reflexión sobre el quédate en casa, el mensaje del confinamiento que también les hizo pensar en las personas sin casa o en las que vivían hacinadas en casas, para acabar reflexionando sobre como, paradójicamente, quienes se levantaron contra el confinamiento fueron las personas con “demasiadas casas” las que se levantaron contra el confinamiento “pues sus casas no podían ser atendidas”.

Frente a esto, el número, el 131, va dedicado a “las personas que sostienen la vida, personas que cuidan, que alimentan, que acompañan, que tejen redes de apoyo mutuo. Todas aquellas que, ante una crisis sanitaria, económica, política y social, con sus trabajos precarios (y en tantas ocasiones invisibilizados) han demostrado, una vez más, qué es lo realmente esencial para una vida digna y en común”.

Este número aborda cuestiones muy relacionadas con la pandemia, pero desde una perspectiva de fondo y que entronca con los temas sobre los que viene reflexionando La Ortiga Colectiva, centrada en «poner la vida en el centro» y en «abrir grietas de pensamiento».

Así, Adrián Almazán, de Ecologistas en Acción y el colectivo de reflexión La Torna, se centra en los mensajes de regreso al medio rural y en los valores asociados a este espacio; mientras que se recoge un manifiesto contra “la doctrina del shock digital”, desde la hiperconexión hasta el control , o una reflexión sobre el silencio (los silencios) de Antonio Lafuente.

Además, la filósofa Patricia Manrique ahonda en uno de sus campos de estudio, lo común -al que ha dedicado su último libro– y se recogen poemas visuales de Antonio Montesino sobre Las meninas.

Junto a ello, hay poemas de la autora cántabra Nieves Alvárez y una colección de aforismos confinados de Vicente Gutierréz, poeta, miembro del Grupo Surrealista de Madrid, además de fotografías de Campoo tomadas por los hermanos Berto y Nando Rojas.

LA ORTIGA COLECTIVA

La revista La Ortiga fue creada en 1996, entre ese año y 2015 su impulsor fue el antropólogo, editor y poeta Antonio Montesino.

Fue, desde el año 2005, cuando el proyecto cultural se vinculó a la propuesta gastronómica cultural La Casa de Fresno en el medio rural del Valle de Campoo, espacio desde el que se generaron 4 colecciones de revistas, tarjetas, pliegos de cordel, jornadas gastronómicas, talleres itinerantes y encuentros con escritores, poetas y filósofos.

En este paréntesis editorial desde el 2015 hasta el 2019, se creó creado una plataforma digital que recoge todas las publicaciones vinculadas a La Ortiga (la revista y las publicaciones de pensamiento), se ha participado en varios encuentros y foros sobre cultura, se ha continuado con la actividad de los talleres itinerantes, se han comisariado las exposiciones del XX Aniversario de La Ortiga (convertidas en un homenaje póstumo a Antonio Montesino) y se ha coordinado un nuevo equipo de colaboradores que participan en el proyecto de La Ortiga en la actualidad.

La nueva etapa del proyecto, bajo el nombre de La Ortiga Colectiva, nace tomando como referente un cooperativismo cultural autogestionado que trabaja a base de imaginarios como ecología, letras, artes, feminismo, pensamiento, alimentación y comunicación.

Para ello cuentan con personas que provienen del ámbito educativo, del diseño gráfico, de la psicología, de las ciencias sociales, de la fotografía, de las ciencias ambientales, del activismo feminista y ecologista, de la producción agroecológica o de las letras. Personas que viven dentro de Cantabria y otras que están en otros puntos del estado y de otros países.