Cuando la policía y paramilitares irrumpen en tu boda
Unos 200 agentes de la policía marroquí y de las fuerzas paramilitares rodearon la casa y las calles adyacentes de Ahmed Ettanji, presidente de Équipe Média, en el barrio de Lahohoum, en el centro de El Aaiún. Ahmed Ettanji celebraba su boda, y la policía aterrorizó a sus familiares y amigos, e impidió a los invitados unirse a la boda.
Según informa sobre el terreno Equipe Media, le pusieron bajo arresto domiciliario, amenazándole con detención y allanamiento de su casa. Ni siquiera pudieron acceder a su propia casa la madre, la hermana y las sobrinas de Ettanji.
Esta represión se debía teóricamente a evitar el COVID-19. Pero Ettanji celebraba su boda cumpliendo las medidas de seguridad y respetando la distancia de seguridad según establecido internacionalmente, y según las leyes marroquíes que se aplican a los colonos. No hacían falta tantos agentes si el problema era ese. Se trata, simplemente, de una represalia.
Dos días antes, Malainin, el famoso cantante saharaui que a veces interviene en celebraciones, vio cómo la policía irrumpía en su casa amenazándole con confiscarle todo su material si se aventuraba a acudir a la ceremonia. Malainin ni siquiera había recibido el encargo de cantar en esa boda.
En términos parecidos se emplearon en la casa de Nezha El Khalidi, la novia, miembro del Consejo de Équipe Média, donde aterrorizaron a los invitados e impidieron a otros acercarse, a pesar de llevar mascarillas y de respetar la distancia social. Un coche de la policía está aparcado pegado a la puerta de la casa de donde no se puede entrar ni salir.
«Este bloqueo es una prueba más del acoso del Estado marroquí a los periodistas saharauis y los activistas de derechos humanos, acoso que ha aumentado tras la ruptura del alto el fuego de Marruecos contra los saharauis», advierten desde este grupo activista mediático.
Por ello, Équipe Média hace un llamamiento a las Naciones Unidas para que asuman sus responsabilidades con respecto a las amenazas directas a las que los civiles saharauis están expuestos, en particular los periodistas y los activistas de derechos humanos.
“Pedimos a los gobiernos de España y Francia, que como aliados y patrocinadores de Marruecos, intervengan y detengan los crímenes contra la humanidad cometidos por los paramilitares y la policía marroquíes. También pedimos a la Cruz Roja Internacional, a Reporteros sin Fronteras y al Comité para la Protección de Periodistas que defiendan a nuestros periodistas. El periodismo no es un crimen”, aseveran desde Equipe Media.