La Renovera, la iniciativa de reparto de productores alimentarios cántabros que cogió el testigo de una de las acciones de la Red Cántabra de Apoyo Mutuo durante el confinamiento, ha actualizado y mejorado la página Web desde la que canalizan este reparto.

Desde la Web se puede hacer ya la compra directamente, sin necesidad de transferencias, a través de la tarjeta de crédito con PayPal.

Además, se ofrece la posibilidad de crear tu propia cesta (que se suma a la selección de distintas modalidades, tanto habituales semanales como a especiales, estos días, las cestas navideñas y las culturales).

Y se crea un sistema de suscripción que evitará tener que estar pendiente de hacer los pedidos en los momentos predeterminados. La suscripción puede ser incluso anual, y para los que se animen con esa opción, hay un mes gratis.

A los alimentos, elaborados por una veintena de productores y que van desde las verduras y hortalizas hasta los quesos, sidras, zumos, licores, cervezas, vinos o mermeladas, han sumado también productos como los delantales, camisetas o bolsas de tela para la compra.

Las cestas semanales incluyen seis opciones, con precios entre los 20 y 50 euros, y las navideñas, entre 60 y 180.

Para navidades se ofrece también un lote especial de carne tudanca, de la ganadería La Lejuca, por un importe de 75 euros.

Las cestas culturales incluyen discos de grupos como Arvejales, Numabela o Los Cámbaros; ilustraciones de Bea Cea o libros y revistas sobre tradiciones de Cantabria ´–como Aguanaz, la revista sobre tradiciones que elabora Etnocant), y se añaden a otras actividades de fomento de la cultura, como el club de lectura que vienen organizando, en colaboración con La Ortiga (la última edición, centrada en ‘Tierra de mujeres’, de María Sánchez.

LA RENOVERA: DE LOS MERCADOS A INTERNET

Esta iniciativa pretende vincular la producción de alimentos con la biodiversidad y el sostenimiento de modos de vida y expresiones culturales singulares de nuestro territorio, a la vez que se combate el cambio climático, una necesidad que la crisis sanitaria ha señalado de forma directa y urgente.

Las renoveras jugaban un papel fundamental en el equilibrio territorial de nuestros valles. Eran responsables de acudir a los agricultores, ganaderos y artesanos, para posteriormente vender su producto pueblo por pueblo, e incluso casa por casa. Cantabria tiene una tradición campesina que sobrevive con dificultad y se hace necesario construir un nuevo modelo de equilibrio territorial capaz de combatir el éxodo rural y ayudar a fijar población en nuestros valles.

Esta cooperativa viene así a participar de una economía de cercanía, como alternativa al comercio de alimentos que recorren miles de kilómetros impuesto por las grandes superficies.

La producción agricultura y ganadera tradicional de Cantabria se caracteriza por integrarse en la diversidad local, ordenando en ciclos los distintos recursos del entorno para producir una rica gama de pequeñas producciones de alta calidad.

“Quienes habitamos el entorno rural tenemos el reto de demostrar que podemos vivir con bienestar, conservando los modos de vida singulares de nuestros territorios, aprendiendo a su vez a desarrollar habilidades simultáneas que nos permitan ser competitivos en un mundo globalizado y a la vez a conservar los principios agroecológicos, de organización cooperativa e identidades locales”, señalan desde la organización.