El grupo municipal regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha vuelto a denunciar la “inadmisible” situación por la que atraviesa la capital cántabra, carente a estas alturas de un borrador presupuestario para 2021 y bajo el contexto de una pandemia, “donde la incertidumbre sigue siendo brutal y los presupuestos deberían minimizar en la medida de lo posible un escenario de angustia para muchas familias”.

Para el portavoz regionalista, José Maria Fuentes-Pila, el equipo de gobierno vuelve a mostrarse “lastrado” por la ineficacia de un pacto que no está a la altura de las necesidades de la ciudad, algo que Santander no puede permitirse, “desavenencias”.

“Estamos metidos ya en plenas fechas navideñas, estamos a la espera de no sabemos muy bien qué. Éste no es el momento de presupuestos “sudoku”, de papel mojado, ni siquiera de esperar a la utilización de los remanentes. No es el momento de unos presupuestos que no se vayan a ejecutar en su práctica totalidad. Debería haber sido el momento de la determinación y el compromiso con la ciudad a través de los presupuestos, de poner en cifras lo que la ciudad, los vecinos y vecinas necesitan”.

Para el PRC de Santander, aún “a ciegas, sin documento guía alguno”, incidió Fuentes-Pila, el presupuesto para 2021 debe ser “preventivo”, para prevenir las consecuencias de la pandemia a medio plazo; “riguroso”, empezando por las necesidades inmediatas de quienes peor lo están pasando y tejiendo una red de apoyo a la economía de la ciudad, y “realista”, asegurando las necesidades reales de las personas.

“Debe ser un presupuesto “palanca”, con el que oxigenar la asfixia de muchas personas, de muchos negocios, de muchas familias ya que las cuentas de 2021 van a estar muy condicionadas por la pandemia, por la reducción de ingresos y por la necesidad de incluir un segundo Plan de Choque que actualice las necesidades de los santanderinos, las personas y sectores más afectados, algo para nosotros “innegociable” y que debe incluirse, si o si”.

PRESUPUESTOS EMINENMENTE SOCIALES

El regionalista insistió en que las cuentas de 2021 deben ser eminentemente sociales, para ayudar a los más vulnerables e impedir el destrozo empresarial sobre todo del pequeño comercio y la hostelería, “pudiendo decirles que levantar la persiana no es un suicidio, sino un esfuerzo que tendrá su alivio en menos de un año”.

En este sentido, argumentó que si en el Plan de Choque inicial se destinaba a emergencia social 1.300.000 €, creen que al menos debe doblarse esa cifra, además de revisar las medidas sociales efectivas que deban ser incrementadas en sus partidas.

En cuanto al apoyo a la actividad económica es fundamental mantener e incrementar una política de ayudas a nuestro tejido productivo a través de ayudas directas, siendo necesario llegar a los 35 millones de euros.

Asimismo apuntó la consideración de que las partidas del Plan de choque en el marco presupuestario tengan la posibilidad de ser reconducidas en caso de que la pandemia lo permita, con el objeto de facilitar otras acciones necesarias para la ciudad.

En relación a ello, señaló proyectos como la ciudad empresarial en Rucandial frente al PCTCAN, el proyecto del REMA como activador del turismo deportivo en el Sardinero, el desarrollo inmediato del Cabildo como activador de la regeneración urbanística en el centro de la ciudad, la necesidad de abordar ya el frente marítimo, el impacto sobre Castilla Hermida, así como sobre el Barrio Pesquero; la necesaria conectividad peatonal de Cueto, Monte y San Román; la reordenación de los barrios de la ladera norte y sur de general Dávila, o la concreción de un Plan de acción turística que sigue sin ser eje vertebrador de la dinámica productiva de la capital de Cantabria.

“A la vista del presupuesto que se nos presente, y considerando, la urgencia, podremos además valorar vía enmiendas aquello que creamos es oportunidad en estos momentos críticos, siempre y cuando, el borrador exponga en sus números la determinación de evitar una sangría económica para los santanderinos”, puntualizó.

Por último, Fuentes-Pila habló de la necesidad de responsabilidad y altura de miras para un equipo de gobierno que no parece entender que nos enfrentamos al reto de una “recuperación lo menos traumática posible”.