“Es un paso muy importante”, ha valorado Saro, que considera que esta sería la “herramienta definitiva” que permitiría al Ayuntamiento de Santander, con transparencia, definir los objetivos y el calendario de estas políticas.

Santander ha perdido 20.000 habitantes en los veinte últimos años, hasta el punto de que los mayores de 65 años han pasado a representar el 24,37% de la población de la ciudad frente al 17,5% de 1997, por encima de la media de Cantabria.

Un 11,62% de las viviendas permanecen vacías, ya que, hasta la fecha, el Ayuntamiento “se ha preocupado más de favorecer a los promotores individuales, tanto en la definición de uso de suelo como en la materia de viviendas de protección oficial”, promoviendo más la construcción de nuevas viviendas en el poco suelo disponible en nuestra ciudad, denuncia Saro.

El objetivo, apunta el edil, debe pasar por “dinamizar las viviendas vacías y disponibles en nuestra ciudad”, incluyéndolas en un parque de alquiler social que sean cedidas “mediante políticas de estímelo y gravamen fiscal”.

LAS TRES FASES DEL PLAN

El objetivo es concebir este plan como un instrumento que defina y desarrolle la política de vivienda del municipio, en coordinación con la modificación del Plan de Ordenación Urbana de Santander.

Según se ha aprobado en la moción, el plan deberá organizarse en tres fases: la analítica, que hará un análisis de las necesidades de la población en materia de vivienda, así como de la disponibilidad del parque existente; una estratégica para abordar las prioridades de cara a resolver dichas problemáticas; y una programática para crear un programa de actuación.

En la última fase habrá de incluirse una financiación del plan, el tiempo de ejecución de los programas diseñados con una lista de los agentes y/o entidades que lo gestionen junto a la Sociedad de Vivienda y Suelo. También se fijarán unos criterios públicos de seguimiento, evaluación y revisión del plan para asegurar su cumplimiento.