«Ya que el gobierno no me escucha, a los reyes este año les pido que los transportistas puedan comer a gusto dentro del comedor»
En Cantabria 2021 ha entrado en pleno temporal. Mal asunto para los que trabajan en la carretera. Viento, lluvia, granizo y nieve no son buenos compañeros de viaje.
Este lunes la situación se complicó todavía más. Por momentos la circulación se tuvo que cortar en la Autovía del Cantábrico y, durante horas, los camiones estuvieron retenidos para evitar problemas.
Sobre las once de la noche pudieron seguir viaje los que estaban en Aguilar de Campoo. Muchos se dirigían hasta la plataforma logística de Penagos, centro de distribución de Carrefour para todo el norte, entre otras cosas. Los que tenían previsto cargar o descargar por la tarde, tuvieron que hacer noche y esperar para hacerlo a lo largo del martes.
Allí es donde Raquel tiene su establecimiento de hostelería, cuya clientela está formada al 100% por camioneros y trabajadores.
En EL FARADIO ya contamos hace 50 días que el establecimiento, a pesar de atender a transportistas, no puede abrir con un tercio de ocupación el interior como si lo hacen las estaciones de servicio y se ve obligado a servir comidas en la terraza.
Cuando el invierno comenzó a enseñar su cara más fea, Un transportista ofreció una caja de camión vacía para hacer las funciones de comedor al aire libre y ahí siguen.
Podía quedarse en una anécdota, pero 50 días después, la situación no ha cambiado y ahora si que el invierno se ha puesto feo de verdad.
Su propietaria, Raquel, no es una mujer que se rinda fácilmente y, tras solicitar un permiso especial en el Gobierno y explicar su situación a cuantos políticos se le han ocurrido, lamenta que todo haya quedado en buenas palabras.
90 CAMIONES ESPERANDO A 1º
«Tu imagina que, ayer por ejemplo, todos esos camioneros que el lunes quedaron bloqueados en las carreteras, llegaron hasta aquí sin cenar. Cuando yo llegué al bar, un poco antes de las seis de la mañana, mi coche marcaba un grado y medio, llovía y en la plataforma había entre 80 y 90 camiones aparcados. Eso son otros tantos transportistas que, a saber cuando salieron de su casa y a mi me parece muy injusto que tengan que desayunar aquí en la calle, de noche, mojándose y con un frío increíble. Muchos se llevan el café a la cabina, pero no es plan», nos cuenta.
En vista de el tiempo no da tregua, ayer Raquel preparaba en su cocina cocido montañés, sopa de ajo y entrecot entre otros platos contundentes para hacer frente al mal tiempo. «Si lo toman en la caja del camión, mal porque ahora el tiempo está imposible, y si se lo llevamos a la cabina del camión ya te puedes imaginar cómo llega», añade.
Raquel no piensa tirar la toalla y este día de reyes lo dedicará a volver a contactar con los políticos que hace ya casi un mes le prometieron hacer algo para conseguir un permiso similar al de las estaciones de servicio que abren con un tercio de ocupación. «Palabras, palabras y palabras. Nada más he conseguido y, la verdad es que he estado muy liada trabajando, pero el día de reyes aprovecharé para insistir en la situación de mi establecimiento. No es justo que los transportistas que vienen a esta plataforma, que son muchos, no puedan comer en un lugar cubierto y confortable. Tampoco es tanto lo que pedimos. Las comidas yo las doy igual, pero ellos merecen un descanso en condiciones», concluye.
En realidad, Raquel no ha escrito carta a los Reyes Magos, pero si a cuantas personas cree que pueden hacer algo o informar a quien realmente pueda hacerlo: «Soy Raquel Argumosa, propietaria y trabajadora a su vez del Bar Raquel de Penagos, que da servicio a la mayor plataforma logística de Cantabria. Si he de ser sincera, no se exactamente por qué tengo esta dirección de corrreo, pero como no se a quien dirigirme, no tengo nada que perder por exponer mi situación excepcional respecto a la pandemia…» Así comienza esta carta en la que explica que sus clientes son únicamente transportistas y obreros. La misiva concluye con estas palabras: «Seguramente no sea la persona adecuada a quien debiera ir dirigido este correo, pero solo espero que lo pueda reenviar a alguien que pueda o quiera estudiar el casi sin que se pierda en el fondo de un cajón, o decirme a quién pudiera dirigirme. Un cordial saludo. Raquel.»
