Laredo prepara un homenaje al Dr Velasco en el centenario de su fallecimiento
Este año 2021 se cumple el centenario del fallecimiento del Doctor Federico Velasco Barañano.
El Ayuntamiento de Laredo conmemorará este aniversario en un acto que se realizará a lo largo del 2021, cuando la situación epidemiológica derivada de la crisis sanitaria del COVID-19 no suponga un riesgo tan elevado para la ciudadanía.
El equipo de gobierno local quiere poner en valor la labor de este hijo predilecto del municipio que tanto se esforzó por promover la educación
y la cultura en Laredo.
El evento reflejará la relevancia del ilustre doctor y notable cirujano dando a conocer su compromiso con el municipio, así como su implicación en el acercamiento de la educación a las familias con menos recursos.
El consistorio cuenta con numerosas fotografías del benefactor, planos de su obra, un himno creado en su honor y otros elementos conmemorativos que se irán mostrando en aras de reflejar el importante papel desempeñado por el Doctor Federico de Velasco Barañano fomentando la cultura en su villa natal.
El Doctor nació el 18 de julio de 1859 en la villa de Laredo bajo el nombre Federico Manuel Miguel de Velasco como confirma su partida de nacimiento.
D. Maximino Basoa Ojeda precisa el lugar exacto del nacimiento en el “segundo piso de una casa que al poniente da con las huertas de la fabrica de pescados de D. Bernardino Ojeda”. El padre del notable cirujano, Manuel Velasco, era un pintor natural de Carrasquedo y su madre, Rosa Barañano, era natural de Laredo.
A los trece años, los padres de Federico de Velasco le sufragaron los gastos para cruzar el Atlántico en compañía de su hermano Aquilino. Ambos llegaron a Montevideo donde comenzaron a trabajar como dependientes de comercio.
Federico de Velasco se graduó en Bachiller en Montevideo para luego ingresar en la Facultad de Medicina y Cirugía, en la que ocupó un distinguido puesto en el cuerpo médico uruguayo.
El Doctor Federico de Velasco Barañano fundó en 1910 un gran colegio para los niños con menos recursos del municipio.
En su construcción y mobiliario invirtió setenta mil pesos de oro.
También situó en España los títulos de rentas precisos para el mantenimiento del centro. El lugar elegido para la cesión del terreno era conocido como la Alameda de Cervantes. El compromiso de ejecutar la obra recayó en otro laredano, Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo, que erigió otros edificios tan relevantes como la plaza de toros de la Malagueta, el Teatro Arriaga de Bilbao, o el Convento de las Salesas de Santander.