Cuando el punto de partida tiene energía, juventud, ilusión y muchas ganas de hacer algo, la iniciativa tiene muchas posibilidades de triunfar.

Es lo que ha pasado con el proyecto Entre Valles, puesto en marcha por cuatro jóvenes estudiantes de la comarca del Nansa que, tras darle unas cuantas vueltas a la idea, se pusieron a preparar cestas de navidad con productos de la comarca Saja Nansa.

Todo surgió en verano, cuando la Fundación Botín organizó una reunión de estudiantes de la comarca para intentar dinamizar la zona. Allí acudieron, entre otros, Laura de Tresabuela, Rosalía de Celucos y Mario y Leticia de Tudanca. Crearon un grupo de wasap y se pusieron a darle vueltas hasta que surgió la idea de ofertar cestas de navidad con productos de la zona. «Inicialmente pensamos en productos de la comarca del Nansa, pero finalmente incluimos también la del Saja para poder ofrecer más variedad», explica para EL FARADIO Laura, estudiante de fisioterapia en Toorelavega.

Comenzaron haciendo un estudio de productores de los valles y, tras hablar con todos ellos, llegaron a un acuerdo, lo que les permitía ofrecer un amplia variedad que incluía miel de brezo, confituras, artesanías, cervezas, dulces, escamas de sal, conservas varias, quesos, sidra, ginebra, productos lácteos de granja, carne de vaca tudanca, velas o vinos entre otros.

A la hora de buscar clientes, optaron por promocionarse en redes sociales, fundamentalmente facebook. Su primera publicación fue el 24 de octubre. Se presentaban así: «Por una grieta en Peña Labra, sale el Nansa a ver la luz, recorriendo densos valles ricos en artesanía, gastronomía y paisajes. Cuatro jóvenes nacidos en este valle están dispuestos a luchar por dar a conocer este territorio lleno de riquezas. Para ello hemos creado este proyecto, que ofrece la esencia de nuestra tierra en una serie de cestas que alegrarán sin duda sus mesas estas navidades», incluyendo una foto de una de sus cestas. 117 personas compartieron su publicación y, a partir de ahí, el proyecto despegó.

ÉXITO DE LA INICIATIVA

Poco a poco fueron publicando información de los productores que se sumaban al proyecto y los encargos comenzaron a llegar. Primero tímidamente y después con mayor intensidad. Lo que inicialmente plantearon como una especie de prueba, superó las expectativas. Llegaban pedidos, no sólo del propio valle, sino de toda la región e incluso de otras comunidades, con lo que algunas cestas no las pudieron entregar en mano, como era su idea original, sino que fue preciso contratar los servicios de empresas de mensajería.

«Nos definimos como una experiencia emprendedora que busca dinamizar las riquezas de los valles del occidente de Cantabria. Nuestro mayor beneficio es poder dar a conocer a los productores y que todos vosotros los tengáis en mente a la hora de llevar a cabo vuestras compras. En estos momentos tan difíciles, cuando la pequeña y mediana empresa se está viendo contra las cuerdas, debemos permanecer unidos. Consumir km 0 estas navidades va a ser más importante que nunca», así se promocionaban en redes y parece que el mensaje llegó a los consumidores.

«Pues la verdad es que no sabíamos cual iba a ser la respuesta. Pensábamos que igual nos pedían 30 o 40 cestas, pero, aunque no sé ahora mismo la cantidad exacta, si que puedo decir que finalmente habrán rondado las 300», nos cuenta Laura.

Además de pedidos particulares, el ayuntamiento de Polaciones les encargó unas cuantas para regalar y lo mismo pasó con algunas empresas.

Ahora, el proyecto está en pausa, porque sus responsables son estudiantes y llega el  temido momento de los exámenes, que es  a lo que estos cuatro jóvenes se dedican. Laura en Fisioterapia, Mario geografía, Rosalía educación social y Leticia administración y dirección de empresas.

Después, su idea es retomar la iniciativa y ver de qué modo pueden seguir involucrándose para dinamizar su entorno.