Hace ya más de dos años que Beatriz es usuaria del servicio de psicología de la Oficina de Asistencia a las Víctimas. El 16 de diciembre tuvo consulta. Telefónica, porque con lo de las medidas sanitarias por el COVID se decidió así. Quedó citada para el 12 de enero.

Pero cuando llegó el 12 de enero y su teléfono no sonó a la hora prevista, decidió llamar ella. Nos cuenta que lo hizo hasta en cuatro ocasiones durante el tiempo que, supuestamente, correspondía a su consulta.

«Extrañada porque no me llamaban, decidí llamar yo y pedir que me pasaran con la psicóloga de la Oficina de Asistencia a las Víctimas. Me pasaron, pero nadie cogió ninguna de las cuatro veces. No seguí llamando, porque tampoco tenía sentido. Todavía no sé nada. Nadie del servicio del que soy usuaria me ha llamado para explicarme qué está pasando y, la verdad, me siento un poco abandonada, porque me hace mucho bien hablar con la psicóloga», explica en conversación con el FARADIO.

PSICÓLOGO FUNCIONARIO

En realidad, un día antes de la consulta recibió la llamada de la que había sido su psicóloga durante todo ese tiempo, Aurora Gil, quien le explicó que le habían comunicado el 28 de diciembre que a partir de enero ya no estaba en el servicio. «Pero allí está mi expediente, por lo que no termino de entender porqué no contactan conmigo y me explican cómo funciona a partir de ahora», remarca.

Beatriz no es la única usuaria que se ha sorprendido con el cambio.

Hace ya más de 14 años que el servicio de atención psicológica de la Oficina de Atención a las Víctimas lo prestaba Aurora Gil a través de un convenio con el Colegio Oficial de Psicólogos, pero a finales del año pasado ese convenio no se renovó y, según explica el Director General de Justicia, Pablo Cid, «los servicios jurídicos nos comunicaron que esa asistencia, a partir de ahora, tiene que prestarse con medios propios, por lo que al romperse ese marco de colaboración con el Colegio, buscamos la forma de cubrir la plaza con una psicóloga funcionaria que es la que actualmente está prestando el servicio. Un servicio que, en ningún caso, se ha visto interrumpido», matiza.

PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN

Cid si reconoce que le han llegado quejas de usuarios del servicio que no han conseguido contactar con la nueva psicóloga, pero cree que son situaciones puntuales. «Puede que en el momento en que llamaron estuviera atendiendo alguna consulta, que ahora sí que se realizan de forma presencial, en las instalaciones de las Salesas, pero el número de teléfono es el mismo, nada ha cambiado en ese sentido», explica.

La idea es sacar esa plaza a concurso para consolidarla . «Ahora mismo es una funcionaria interina la que atiende a los usuarios. Lo que habrá que hacer en su día es conformar una plaza de funcionario de carrera e iniciar el proceso para adjudicarla, pero ya no volverá a depender de un convenio con el Colegio de Psicólogos», abunda el responsable de Justicia, departamento adscrito a la Consejería de Presidencia.

Para la hasta ahora psicóloga del servicio, Aurora Gil, todo lo que está pasando no deja de ser un despropósito. Recuerda que los usuarios del servicio son muy vulnerables y que incluso hay niños que han sufrido mucho hasta llegar ahí: «En ese servicio se atiende a una población muy diversa: gente muy mayor y también menores con delitos gravísimos. El daño que puede suponer para ellos cambiar de repente a su profesional de referencia tiene un nombre definido. Se llama revictimización secundaria».

Mientras el director general de Justicia lamenta no tener las citas de los usuarios para poder contactar con ellos a su hora, «pues la psicóloga anterior se llevó la agenda», Gil, por su parte, recuerda que todos los expedientes se han quedado en la oficina. Entiende el malestar de los usuarios  e insiste en  que allí han quedado todos los expedientes con los datos necesarios para poder contactar con ellos y explicarles  los cambios directamente. «Todo es un poco locura. Después de 14 años tratando con estos perfiles, ahora colocan a una persona que viene de prestar un servicio de orientación laboral. Es como si sustituyes a un cardiólogo por un dentista», explica.

Una opinión similar mantiene Beatriz que reconoce lo mucho que Aurora Gil le ha ayudado. «Cuando empecé con ella yo estaba en un momento muy oscuro de mi vida. Me ayudó desde la primera sesión y no entiendo que quiten ahora a esa persona que lleva casi 15 años atendiendo a víctimas como yo y que es una gran profesional», nos cuenta.

CONTINUIDAD DEL SERVICIO

Pablo Cid comprende que muchos usuarios hayan establecido una relación especial con la anterior psicóloga, pero explica que el servicio se seguirá prestando como hasta ahora. La única diferencia es que ahora será con personal propio de la administración.

Desde la Dirección General de Justicia, confían en que las personas afectadas comprendan que lo que ha habido es un cambio de profesional, pero insisten en que el servicio se va a seguir prestando como siempre. Recuerdan a los usuarios que pueden contactar con la oficina en los teléfonos 942 357151 / 942  357145 y en el correo oavictimas@justicia.cantabria.es