Justo después de las fechas navideñas llegaba el cambio en la Dirección General de Salud Pública. Reinhard Wallmann, epidemiólogo, tomaba el relevo de Paloma Navas. Ella había sido una de las voces de la pandemia en Cantabria, la que trataba de ilustrar las cosas de manera que fuera más fácil entender lo que nos está pasando y las consecuencias de los actos que no cumplen con las restricciones.

Ahora es el turno de Wallmann, que es austríaco, pero lleva muchos años ligado a Cantabria. Ahora examina él las situaciones y propone decisiones a tomar en la comunidad. Recuerda que en poco más de un mes ha tenido que afrontar una ola que subía a un ritmo muy fuerte y después se tuvo que decidir confinar perimetralmente cuatro municipios: Laredo, Colindres, Polanco y Santa María de Cayón. No le ha dado tiempo a aburrirse, reconoce en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Wallmann huye de triunfalismos. Se espera una reapertura ahora que los datos van en descenso, pero él se reafirma en la estrategia que ya se explicó hace poco: «hay que esperar unos días en nivel 2» para cambiar ciertas cosas, como volver a permitir consumir en el interior de los locales de hostelería y restauración. De momento estamos en nivel 3, pero nos vamos acercando al 2.