JOSÉ LÓPEZ COTERILLO

Ante los descalabros electorales, la Dirección del PP de Casado y Cia., han decidido reformar o reinventar el Partido Popular, por medio de la venta de su Sede contaminada de Génova 13.

Supongo que, para limpiarse de toda la podredumbre, que dicen heredada de los pasados de Aznar y Rajoy, tirarán también por las ventanas (expulsarán del Partido), a todos los ‘aznaristas’ y ‘rajoyistas’ que ocupan (copan) y pueblan, casi en régimen de monopolio, los órganos de Dirección del PP, tanto estatales, como regionales, municipales o de barrio.

En cuyo supuesto es evidente, y por tanto indiscutible, que de estas bajas de tan numerosos conmilitones, no se deducirá una purificación del PP, sino pura y simplemente será una disolución total por falta de material humano para continuar la ‘cuchipanda’.

Porque imagino que, si de una real purificación del Partido Popular se trata con el cambio de Sede, Casado y sus colegas, ya no ‘peperos’ por huida del pasado, ingresaran en las arcas del Erario Público de la Hacienda española, el importe total de la venta de su Sede Central que, visto lo visto, es seguro que no sólo se reformo con recursos hurtados a las arcas del Estado por medio de corrupciones variadas, sino que los recursos para la adquisición en su día del edificio de Génova 13, tienen el mismo origen corrupto.

Esto por hoy, y a bote pronto. Porque en próximos días, semanas o meses, deberemos volver sobre el origen de otras Sedes del PP por todo el territorio de España, que incluso ahora mismo ya se tienen algunas certezas de que es similar al de la Sede Suprema.

De los ‘aznaristas’ y ‘rajoyistas’, sembrados por todas las Sedes del Estado, mejor no enumerarlos. No bastarían las páginas del Diccionario de la Lengua española para enumerarlos.