La Orquesta del Cantábrico celebra el papel de la mujer en la música clásica con un programa romántico en el Casyc

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La Orquesta Sinfónica del Cantábrico, dirigida por la maestra Paula Sumillera, se sumará a las celebraciones del Día Internacional de la Mujer con un concierto denominado ‘La pequeña Francia’.

La OSCAN interpretará el 6 de marzo (19:30 horas) en el Teatro Casyc un programa que rinde homenaje al Romanticismo francés, con obras de Louise Farrenc y Théodore Dubois. La Orquesta del Cantábrico ha organizado este concierto, con un programa encabezado por una de las compositoras más relevantes del siglo XIX, para dar visibilidad al papel de la mujer en la música clásica, en el pasado y en el presente.

La restricción de aforo fijada por las autoridades sanitarias en los teatros y salas de conciertos dificulta la organización de actuaciones en directo, pero la OSCAN no ha querido dejar pasar la oportunidad de sumarse a los actos vinculados al Día de la Mujer. Para llegar a más público del que permiten las actuales limitaciones de aforo ofrecerá el concierto en streaming, a precio reducido, a través de la plataforma Facebook Live.

Así, las entradas para la actuación en vivo en el Casyc, que se pueden comprar aquí, tienen un precio único de 20 euros y el 10% estarán disponibles el mismo día del concierto. El precio de la emisión en vivo a través de Facebook Live será de 3,49 euros y las entradas se podrán comprar desde hoy en la página de eventos de la OSCAN en esta plataforma digital, aquí.

En la celebración de este concierto, que organiza la propia Orquesta del Cantábrico, colaboran la Fundación Caja Cantabria, que ha cedido el Teatro Casyc, y el Ayuntamiento de Santander. También cooperan los patrocinadores permanentes de la OSCAN: el Colegio de Economistas de Cantabria y las empresas Aspro y Virfran.

El programa

En ‘La pequeña Francia’, la OSCAN ha diseñado un programa en formato camerístico en torno a dos obras del Romanticismo francés: ‘Noneto en Mi bemol Mayor, Op. 38’, compuesta por Louise Farrenc (1804 -1875) y ‘Dixtuor para doble quinteto de viento y cuerda’, de Théodore Dubois (1837-1924).

En esta ocasión, la OSCAN se presenta en formato de cámara, con 10 instrumentistas de viento y cuerda. “No existen muchas obras compuestas para este tipo de agrupación, por lo que tendrá un gran interés tanto para el público como para los instrumentistas, que tendrán una gran responsabilidad como solistas”, precisa la directora de la Orquesta.

Las obras elegidas se escribieron en la Francia del XIX, pero la escritura y el estilo son muy diferentes. “Son dos visiones totalmente diferentes del mundo y de la música. Ambos vivieron y desarrollaron su trabajo en París, pero hay un enorme contraste entre sus formas compositivas, en la armonía, el color, la energía…”

El ‘Noneto en Mi bemol mayor op.38’, compuesto por la pianista, compositora y profesora Louise Farrenc, es una obra camerística con características sinfónicas y de una indudable calidad compositiva. Se puede apreciar en ella la gran influencia de los principales compositores clásicos, hecho que se percibe tanto en la escritura musical y la armonía clásica como en la estructura de cada uno de los movimientos que componen el noneto. “Es una obra preciosa -señala Paula Sumillera-, con una elevada calidad compositiva, llena de fuerza… Demanda un gran virtuosismo a los músicos, aunque es especialmente exigente con el violinista”.

Las composiciones de Farrenc, como ocurre con muchas otras compositoras, interesaron a un público minoritario en su época, aunque tuvieron una gran acogida entre aquellos que las escucharon.

Por su parte, Théodore Dubois profesa un estilo mucho más romántico. Dedicado principalmente a la composición y la enseñanza en el Conservatorio de París, sucedió como organista a Camille Saint-Saëns en la iglesia de la Madeleine de París. Compuso principalmente obras de gran envergadura, como óperas, ballets y oratorios, pero dejó también pequeñas joyas de la literatura musical, de un carácter más íntimo, como el ‘Dixtuor para doble quinteto de viento y cuerda’ que interpretará la OSCAN en el Casyc.

La Orquesta Sinfónica del Cantábrico

La OSCAN es una formación impulsada por músicos profesionales vinculados con Cantabria. Bajo la batuta de Paula Sumillera, la primera cántabra que obtiene el título Superior de Música en Dirección de Orquesta, una treintena de músicos formados en diversos Conservatorios Superiores abordan el proyecto de dotar a la Comunidad Autónoma de su primera formación sinfónica profesional.

La Orquesta del Cantábrico nace como punto de encuentro entre los músicos vinculados con Cantabria y una población que carecía hasta ahora de una orquesta profesionalizada. “Creemos que en toda sociedad existen una serie de expresiones culturales cuyo consumo debe ser estimulado y facilitado a los ciudadanos. Y pensamos que la música clásica es uno de ellos”, precisa la directora de la OSCAN.

“Queremos que la Orquesta Sinfónica del Cantábrico sea la palanca apropiada para rescatar el talento de nuestros jóvenes músicos, ofreciéndoles una referencia y una alternativa profesional de calidad de la que ahora carecen, evitando con ello un más que probable éxodo de capital cultural”.

 

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