El debate eólico avanza: vecinos de Miera rechazan los proyectos en la consulta convocada este domingo
Vecinos de Riotuerto pedirán una consulta pública sobre el Parque Eólico Garma Blanca que proyecta la empresa Green Capital Power y que prevé la instalación de 13 molinos entre Arredondo, Riotuerto y Miera y cuya instalación total también engloba a Entrambasaguas y Solórzano.
Unas 150 personas asistieron a una charla informativa convocada por los propios vecinos “ante la ausencia” de información por parte del Ayuntamiento al pueblo y al que ningún miembro del gobierno local asistió para rendir cuentas.
Además de la consulta pública, “similar a la realizada este domingo en Miera”, los vecinos consideran necesario que el propio Ayuntamiento realice una sesión informativa previa, así como que haga públicas las alegaciones que prevé registrar al proyecto.
La cita en el Barrio de Arriba comenzó a las 17 horas con los convocantes dando una explicación del Parque Eólico tal y como figura en el proyecto presentado por la empresa.
Tras la exposición, se dio pasó a turnos de palabra de dos minutos para que cualquier persona pudiera exponer su postura sobre el tema y plantear preguntas o dudas, siendo mayoritario el rechazo al tipo de instalación anunciada y la reiteración de la falta de información por parte de los distintos ayuntamientos.
VECINOS DE MIERA RECHAZAN EL PROYCTO EN UNA CONSULTA
El debate eólico se ha ido agudizando en las últimas semanas en demanda de más información sobre los proyectos en tramitación: además de este encuentro, el mismo sábado por la mañana se produjo uno similar en Arredondo siguiendo el enfoque de “información y participación pública”, y este domingo hay convocadas reunión con consulta en Miera y Mirones, y asamblea en Riaño (Solórzano).
En Miera lxs vecinxs han votado la consulta organizada por el Ayuntamiento y la respuesta ha sido contundente. NO AL POLÍGONO EOLICO GARMA BLANCA! 322 votos: 78’88% en contra pic.twitter.com/hkIQtzpdPd
— DefensaVallesPasiegos (@DPasiegos) February 28, 2021
El pasado fin de semana se produjeron dos reuniones vecinales en Miera en torno a estos proyectos.
La primera convocatoria, que reunió en el polideportivo de Mirones a un centenar de vecinos y vecinas de la zona, tuvo lugar el sábado 20 de febrero.
Además de los vecinos convocantes, participó el teniente alcalde del municipio para tratar de trasladar algunos detalles de la negociación con la empresa que, hasta el momento, habían permanecido en silencio. Igualmente, participaron a micrófono abierto numerosos afectados por los efectos nocivos del polígono.
En la convocatoria del domingo, a la entrada de la Catedral de Miera, se reunieron otros 50 vecinos que escucharon, además de la información pública del proyecto, la información referente a la afectación por el ruido, el electromagnetismo, el impacto en la ganadería y las estimaciones de las consecuencias negativas para la economía de los vecinos y del valle.
En ambas jornadas se pusieron de manifiesto numerosos datos y estudios sobre cómo los 13 molinos de 160m que se planean instalar, los más altos proyectados en tierra en este momento, podrían afectar al entorno rural y de gran valor patrimonial y natural que habitan.
Los estudios aportados sobre el ruido y la afectación a la salud fueron los más comentados entre los vecinos que mostraron preocupación sobre el polígono. Las dimensiones del proyecto en uno de los valles más estrechos de Cantabria, la cercanía a los núcleos (poco más de un kilometro) y la posibilidad de contar además con líneas de alta tensión atravesando el valle para la evacuación de futuros proyectos generó alarma e incomodidad entre las personas que habitan el municipio.
Igualmente, los aspectos relacionados con la economía abrieron un gran debate en el que se puso de manifiesto que las pérdidas patrimoniales y económicas de cada vecino no eran compensadas por los escasos beneficios que oferta la empresa, a pesar de que las cifras son siempre orientativas y poco fundadas.
El equipo municipal se comprometió a la búsqueda de una forma para recoger la voluntad de los habitantes del municipio y actuar en consecuencia, mientras que los vecinos ya llevan más de 1000 firmas recogidas para plantear alegaciones a un proyecto que cambiaría de forma estructural la vida en el valle.