«Es una injusticia que las mujeres tengamos que elegir entre nuestra profesión y los cuidados»
«Somos un referente en Cantabria». Ruiz Tagle echa la vista atrás y ve una trayectoria de trabajo en favor de mujeres con menos derechos reconocidos que hoy en día. Hace 25 años, como sostiene la presidenta de Consuelo Berges, «no estaba claro el tema de las relaciones de pareja o la violencia de género, no había una ley estatal sobre ello».
Y recuerda los complicados momentos iniciales. «Empezamos de cero, pertenecíamos a la Asociación Nacional de Mujeres Separadas y Divorciadas», cuenta. Después, lo típico: buscar un local, encontrar gente que pudiera echar una mano e implicarse en un proyecto como este. Ahora, 25 años después, «hemos atendido a cerca de 10.000 mujeres, llegaremos este año a esa cifra», reivindica, en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
Este martes serán homenajeadas, como la Asociación Cultural de Mujeres de Herrerías y a la Asociación Cultural de Mujeres La Yeza, por sus 25 años de existencia sirviendo de apoyo a mujeres, en la Gala especial que tendrá lugar en el Palacio de Festivales de Cantabria. Allí estarán Vicky Gastelo, Rozalén y Conchita para dar un concierto para el que no se han vendido entradas, sino que los asistentes accederán con invitaciones. Y con aforo reducido por las restricciones ligadas a la pandemia.
«El valor del homenaje es el mismo, aunque sea con menos aforo», dice Ruiz Tagle. Lo deseable es que las condiciones fueran otras, pero así es como se ha llegado hasta esta fecha y así debe celebrarse.
La presidenta de Consuelo Berges recuerda que la mujer referente de la asociación «trabajó por la igualdad, se unió con Clara Campoamor en la lucha por el voto femenino» y en la actualidad se celebran eventos de varios tipo para reivindicar su figura. «Era una mujer muy desconocida», afirma, pero sí se está llevando a cabo una labor de divulgación para que sea alguien más reconocido.
En este último cuarto de siglo, ellas han intentado que su labor calara hondo. Por ejemplo, luchando para que en Cantabria «hubiera una ley integral» contra la violencia de género. De ese modo, se podrían tomar más efectivas para proteger a las mujeres. Y ellas han realizado una labor para tratar de recuperar a mujeres que hubieran pasado situaciones angustiosas. Pero, dice Ruiz Tagle, «para recuperar a las mujeres hay que empoderarlas».
También se ha creado el observatorio de la igualdad de género, y la presidenta de la asociación destaca que «nosotras somos vocales en él». Precisamente porque su voz debe tener importancia y ser escuchada, por conocer sobre el terreno lo que sucede de verdad con las mujeres maltratadas.
El objetivo de fondo, como ocurre con la fecha del 8 de marzo, es que se pueda alcanzar cada vez una mayor igualdad entre géneros. «Hay que desarrollar la ley que tenemos en Cantabria desde 2019, para pasar de la igualdad legal a la igualdad real», defiende Ruiz Tagle.
Uno de los aspectos clave en esta fecha del calendario en 2021 es la corresponsabilidad. Que el peso de las tareas domésticas y los cuidados no recaiga siempre en el género femenino. «Es una injusticia que las mujeres tengamos que elegir entre nuestra profesión y los cuidados», sostiene esta veterana de la lucha feminista. «La corresponsabilidad es muy importante, y es un tema de todos y todas», añade.
En un momento político como el actual, con tantos mensajes de desprecio y odio hacia las mujeres y el movimiento feminista, Ruiz Tagle ve el riesgo de perder derechos conquistados. «En la igualdad hay que avanzar, pero si lo que tenemos adquirido no lo consolidamos, estaremos retrocediendo», apunta.
Se queja de que los cuidados siempre caen del mismo lado, con el peso que eso conlleva para las mujeres que tienen una vida laboral, hasta el punto de verse obligadas a renunciar, «porque parece que las mujeres deben encargarse de los cuidados». Y esto es algo que cree que debe resolverse en «la esfera pública y en la privada».
A todo esto se ha sumado la pandemia. Desde hace un año el desequilibrio se ha hecho mayor, tanto por las profesiones que se encargan de cuidar a personas dependientes y que están feminizadas, como por el ámbito doméstico, donde se ha podido ver a muchas «mujeres que han teletrabajado mientras cuidaban a los niños». En otros casos, la precariedad ha llevado a muchas mujeres a estar en las colas del hambre.
Y luego están también los casos en que mujeres maltratadas han tenido que afrontar un confinamiento domiciliario con sus maltratadores. «Imaginemos cómo es eso», reflexiona la presidenta de Consuelo Berges».
Y a situaciones de esos tipos han tenido que atender en la asociación, pero en condiciones mucho más complicadas, por no poder recibir en su sede y tener que hacerlo a distancia. «Reorganizando todo», trabajando por whatsapp» o tratando de «atender con la menor demora posible, y las mujeres han agradecido mucho eso». Y destaca que «nuestras compañeras han hecho una gran labor, han puesto todo su esfuerzo y compromiso» para de esa manera conseguir que ninguna de las mujeres que ha recurrido a la Asociación Consuelo Berges quedara sin la atención que buscaba.