La amenaza ya era inminente. Gema y Javi temían que este mismo jueves pudieran quedarse sin vivienda. Hasta lo podían interpretar como un ‘déjà vu’. Porque no era la primera vez. Porque ya estuvieron amenazados con esto mismo, pero pudieron salir de la situación. Ahora, al borde de la fecha en que podían quedar destruidas sus vidas, lo han logrado de nuevo.

Pero el camino hasta aquí se llena de heridas y ansiedad. El tiempo pasa y la situación no termina de solucionarse. Ni siquiera cuando la justicia se pone de su lado, porque siempre vuelven los intentos de arrebatarles la vivienda que tienen a su nombre.

Y es que en septiembre pasado se les dio la razón en cuanto a las cláusulas abusivas del contrato de su hipoteca, firmada con Liberbank, la entidad financiera en la que está integrada la antigua Caja Cantabria. Precisamente esas cláusulas han perjudicado su situación, y confiaban en que esa sentencia favorable les ayudara a parar el desahucio que nuevamente pesaba como una losa sobre ellos.

Es más, Liberbank ni siquiera recurrió esa sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Santander, que retiraba del contrato las cláusulas de vencimiento anticipado y de interés por impago de la hipoteca.

Pero han seguido presionando para que la otra causa, la que debía tratar la ejecución hipotecaria en sí, siguiera su curso y pudiera darles la propiedad del inmueble en exclusiva.

EL FARADIO se ha puesto en contacto con Gema para conocer la noticia de primera mano. Aún no tienen los detalles del escrito judicial, pero la sensación es de alivio, por un lado, pero también de agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas. «Logro mío, de mi gente y de los colectivos», dice Gema, que consigue respirar después de pasar una muy mala temporada.

Después de tener una abogada que no les defendió correctamente, porque no presentó a tiempo los escritos que ponían en contexto la situación que vivían, ahora sí que han podido contar con una asistencia legal en condiciones. Ángel María Gutiérrez es su nuevo abogado, asesorado por Juanma Brun, experto en derecho financiero.

Ante la inminencia del desahucios, la propia Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Santander publicó un comunicado para animar a participar en una acción que trataría de evitar que el desahucio se produjera. En él criticaban que Liberbank insiste en desahuciar a una familia que reclama la nulidad de la ejecución en base a una sentencia firme.

Y recordaban que “una negligencia de la letrada que se ocupaba de la defensa de la familia, al no presentar en tiempo y forma la documentación precisa, es aprovechada por el banco para solicitar nuevamente el desahucio”, además de lamentar que “la jueza que actualmente lleva el asunto, hace caso omiso de la sentencia, y parece inclinarse por seguir adelante con la petición del banco”.

A la PAH no le parecía “muy razonable tomar partido a favor del banco”, y enumeraban los motivos para “amparar” a la familia, como la sentencia firme que anuló la cláusula que dio pie a la deuda, la declaración del Estado de Alarma, su situación de vulnerabilidad o su indefensión.

“Pero por más que la justicia esté siendo injusta y los poderes públicos no estén consiguiendo resultados, lo cierto, lo realmente cierto, es que Liberbank desahucia. Una entidad rescatada con dinero público no devuelto, desahucia. Y todo ello en un momento en el que, según el Gobierno: «en teoría no tiene que plantearse ningún desahucio porque los suspendimos en el estado de alarma y lo hemos prorrogado».”, lamentaban.