Completada la campaña para recabar fondos para volver a levantar un monumento a Bedoya, el último maqui
Ya se ha conseguido completar con éxito la campaña de recaudación de fondos para levantar el monumento al maqui Francisco Bedoya en Islares.
En concreto, según informa AGE (Archivo, Guerra y Exilio, cuya delegada en Cantabria es Marisol González, el objetivo se ha logrado en apenas tres semanas.
Así, a base de donaciones de particulares o colectivos se han recaudado los 2.113 euros necesarios para sufragar el memorial.
El pasado mes de marzo, según informa AGE, comprobaron “con estupor” que el monolito había desparecido.
Entonces contactaron con el Ayuntamiento de Castro Urdiales –que declinó colaborar en la iniciativa para su reposición– y con el escultor, Javier Olaizo, que en 2015 lo hizo en piedra y que ahora lo ha diseñado en hierro.
De modo que buscaron apoyos para sufragarlo, del mismo modo que vienen haciendo con otros monumentos impulsados desde esta asociación, en concreto por el guerrillero Jesús de Cos, (que fue miembro de esta entidad), como el homenaje a los luchadores antifranquistas (Bejes, Ciriego) o a las víctimas del nazifascismo en Camargo.
“Gracias infinitas a todos los que habéis colaborado, demostrando una vez más vuestro apoyo al último guerrillero antifranquista cántabro. Tantas veces como destruyan, violenten o roben el monumento, ahí estaremos para reponerlo, porque somos muchos los que no olvidamos a los que se opusieron a la dictadura y resistieron al fascismo, señala Marisol González, delegada de AGE.
Entre los donantes se encuentran referentes como Josefa Lavín, la hija de ‘El cariñoso’, personas a título particular, otros que han preferido que no trascienda su nombre, y organizaciones como Izquierda Unida de Cantabria, Cantabria No Se Vende, Republicanos, Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR)
El monumento consiste en un monolito en el sitio exacto en que Bedoya fue abatido en una emboscada a la altura de Islares (en las cercanías de Castro Urdiales),cuando trataba de huir a Francia y fue víctima de un engaño.
Tenía 28 años y fue el 2 de diciembre de 1957: la particularidad de los maquis cántabros, los míticos Juanín y Bedoya, es que su actividad se prolongó mucho más allá de los primeros años de la posguerra, lo que da una idea de su capacidad de resistencia y lucha.
La Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) es una organización que se dedica a reivindicar los derechos de las víctimas del franquismo y fomenta la recuperación de la memoria democrática de la Guerra Civil y el exilio. Para ello se dedicó a recopilar documentación que ha sido conservadas en el Arxiu Nacional de Catalunya, con documentación sobre Guerra Civil, la resistencia antifranquista, exilio y particularmente el exilio.
HOMENAJE A JUANÍN
La noticia se conoce tras la conmemoración la semana pasada del 90 aniversario de la II República, el pasado 14 de abril.
Y justo el cementerio de Potes acoge este sábado 24 a las 13.00 horas un homenaje a Juanín –fue justo el día de su asesinato–, a las víctimas de Tama y a la guerrilla antifascistas.
Organizan AGE (Asociación Archivo, Guerra y Exilio, especializada en memoria histórica), Interpueblos, Republicanos, Izquierda Unida Cantabria, PCE y PCPE.
Juanín, junto a Bedoya y muchos otros, mítico guerrillero maquis contra el franquismo, de los emboscados o los que se echaron al monte, nació en Potes, lucho en defensa de la República y fue encarcelado, pasando después a una libertad vigilada y trabajos forzados. La represión que sufría todavía después de haber cumplido condena le llevó a echarse al monte, en la Brigada Machado.
Su actividad se extendió hasta los años 50, cuando sólo quedaron él y Paco Bedoya, asesinados ambos en 1957.
Su recuerdo ha sido retratado en obras como ‘Los que se echaron al monte’, de Isidro Cicero; ‘Dicen que murió Juanín’, de Javier Lezaola, o ‘Juanín y Bedoya. Los últimos guerrilleros’, de Antonio Brevers’.
Javier Lezaola rememora la historia antifranquista en su libro ‘Dicen que cayó Juanín’
Recientemente, se ha abierto una cuestación popular para reponer el monumento de homenaje a su compañero Bedoya, en el lugar de Islares en el que fue asesinado cuando trataba de huir a Francia, tras comprobar AGE que el monolito había desaparecido.